Los trabajos de explanación del polígono industrial de Porto do Molle, en Nigrán, incluyeron el desvío del río Nespereira, afluente del Muíños. El cauce atravesaba el parque empresarial por su parte central y el Consorcio de la Zona Franca lo trasladó a 500 metros hacia el sur del área para facilitar la división de las parcelas. Pero el cambio de ubicación del caudal afecta a numerosos vecinos que han presentado quejas ante el concello. El gobierno municipal ha solicitado una reunión urgente a Augas de Galicia para que aclare el asunto. Tanto afectados como concejales cuestionan la legalidad de la modificación del curso del río.

El concejal de Medio Ambiente, Juan Hermida, muestra sus dudas respecto a la idoneidad del traslado del río. Aunque Zona Franca asegura que la actuación cuenta con los permisos pertinentes de Augas de Galicia, Hermida asegura que la licencia establecía el refuerzo de ambas riberas del canal de desvío. Al parecer, el nuevo cauce sólo está empedrado en la parte que linda con el polígono industrial y presenta sólo un terraplén de tierra por el lado que limita con propiedades privadas.

Otra de las protestas de los vecinos se centra en la invasión de parcelas. Hermida asegura que el nuevo canal ocupa directamente dos fincas particulares, pero su protección fluvial afecta a decenas de propiedades. "Moitos veciños tiñan fincas nas que podían edificar e agora xa non poden porque se atopan preto do río", explica.

Ocho contenciosos

Estas quejas aparecen en las alegaciones contra el proyecto de urbanización del polígono que firman las siete asociaciones vecinales del municipio nigranense junto con la plataforma Salvemos Monteferro y la Asociación de Afectados polo Polígono Industrial Porto do Molle.

Los colectivos disponen además de un informe encargado a expertos que advierte de problemas estructurales que podría ocasionar el desvío del río en las fincas colindantes debido a las filtraciones de agua y movimientos de tierras.

Estos asuntos fueron abordados ayer por el alcalde de Nigrán, Efrén Juanes, el concejal de Urbanismo, Juan González, y el de Medio Ambiente en una reunión con técnicos municipales para tratar la situación del parque empresarial, sobre el que pesan ya ocho contencioso-administrativos.

Tras solicitar la reunión a Augas para aclarar estos asuntos, los representantes políticos indicaron que Zona Franca remitirá la próxima semana las contestaciones a las alegaciones al proyecto de urbanización. Estos informes serán analizados a fondo por el gobierno municipal, que pretende evitar destrozos medioambientales en la zona. "Preferimos que o polígono se retrase uns meses se podemos impedir danos irreversibles", indicó Juan González.