Los 41 centros de control de aguas, que consisten en 39 estaciones medidoras instaladas en 20 ríos, y en dos boyas marinas ubicadas en las rías de Arousa y O Burgo, han permitido subsanar 355 puntos de vertidos contaminantes en diferentes puntos de la comunidad, según informa Medio Ambiente. La consellería ha licitado por 744.000 euros el mantenimiento de la red de control de calidad y vertidos de los ríos, denominada Rede CAVE, integrada por esas 39 estaciones medidoras.
Las 39 estaciones fluviales son dispositivos autónomos, al funcionar con paneles solares. Están dotadas con sondas que, a través de sensores, miden y analizan diferentes parámetros de interés para conocer la posible contaminación: pH, temperatura, oxígeno disuelto, turbidez, nitratos o fosfatos, entre otros. Los datos los envían en tiempo real al Centro de Procesamento de Datos de Augas de Galicia, donde evalúan la información y deciden si existe alguna alerta que exija movilizar técnicos, o incluso la policía fluvial.
«A localización exacta das estacións de control realizouse cruzando os datos existentes de control de puntos de vertido, criterios de calidade, así como os da rede de aforamento de Augas de Galicia, o que derivou no deseño dun sistema para a instalación do equipamento que forma parte da estación de control. Este diseño fíxose considerando o respecto ambiental como o principal parámetro», indica Medio Ambiente.
Además, paralelamente se desarrolló una aplicación informática para la gestión de los datos emitidos por las estaciones, con posibilidad de emisión de informes de calidad de las aguas y vertidos. Las dos estaciones marinas miden en las rías la contaminación microbiológica, «algo completamente novedoso, e moi útil», sostiene la consellería.
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