La Xunta puso ayer en marcha un plan de emergencia para reducir el impacto de las aguas fecales en zonas marisqueras de las rías de Baiona, Pontevedra, A Coruña, Vigo y Arousa, en las que el mar ha alcanzado un nivel de contaminación tan elevado que las especies extraídas no se pueden comercializar en fresco.

La contaminación por aguas fecales dispara la presencia de coliformes, un grupo de especies bacterianas que tienen ciertas características bioquímicas en común y son utilizadas como indicadores de contaminación del agua y los alimentos. La causa del problema radica en la deficiente depuración que hacen de sus aguas los municipios situados en los márgenes de las rías. Una normativa aprobada por la Unión Europea en 2004 y que entró en vigor el año pasado es la que establece los niveles de contaminación admisible para la extracción de moluscos bivalvos.

La actuación, en la que participan las Consellerías de Pesca y Medio Ambiente, tratará de reducir la carga microbiológica de los bancos marisqueros que en los últimos análisis realizados pasaron de la calificación B a la C, lo que da lugar a restricciones. En estos momentos ya se están financiando trabajos alternativos entre los 730 mariscadores a pie y a flote que trabajan en las rías de Ferrol, O Burgo y Baiona.

Pesca confía en establecer labores semejantes, relacionadas con la regeneración y el acondicionamiento de bancos marisqueros, vigilancia o actividades formativas, para casi 600 mariscadores de Corcubión, Miño y Pontevedra que sufren el mismo problema.

El plan movilizará en total 14,8 millones de euros (8,2 se dirigirán específicamente a reducir la contaminación de los bancos marisqueros) y ha sido concebido para actuar también en aquellas zonas en las que a corto o a medio plazo pueden llegar a registrarse problemas de contaminación por aguas fecales.

Depuradoras

Las medidas preventivas previstas por el plan incluyen actuaciones dirigidas a reducir la carga microbiológica del conjunto de las rías gallegas. La corrección de las carencias estructurales que sufren las depuradoras obligará a actuar en las de Neda, Cabanas-Pontedeume, Sada, Meaño, Padrón-Lestrove, Vilagarcía de Arousa, O Barqueiro, Cee-Corcubión, Ponteceso, Serra de Outes, Bueu, Sanxenxo, Teis y Viveiro.

El objetivo del plan es pasar lo más rápido que sea posible la calificación de las aguas del nivel C al B, en la perspectiva de que la solución definitiva del problema pasa por el plan de construcción de depuradoras que este mismo año licitará 21 instalaciones, 13 de las cuales se sitúan en municipios que vierten sus aguas residuales a las rías. En estos momentos Augas de Galicia ya tiene en ejecución diez depuradoras.

El presidente de la Xunta, Emilio Pérez Touriño, subrayó durante la presentación del plan de emergencia que el del saneamiento es un problema que su Gobierno ha "heredado" de los ejecutivos precedentes del Partido Popular.