La actividad volverá a las naves de rederos y la fruta, pero solo para realizar obras que garanticen la seguridad de los edificios. Los jueces citaron ayer a los representantes de la Autoridad Portuaria y el Concello y, según las fuentes consultadas, autorizarán la reanudación de los trabajos a fin de que se elimine el peligro de daños para terceros, ya que el Puerto esgrime que la inmediata paralización decretada por el Ayuntamiento entraña “graves riesgos”. La cuestión de fondo, que radica en si las obras son legales como asegura la institución que preside Corina Porro, o ilegales, según mantiene la Concejalía de Urbanismo, está por dirimir, por lo que tras adoptarse las medidas de seguridad serán paralizadas las actuaciones, señalan las citadas fuentes.
El camino de ambas es hasta ahora el mismo que el marcado por los tribunales para las obras de la nave de cableros, precintadas por el Concello en febrero cuando aún no había concluido su demolición. El juez dio un plazo para acabar el derribo y retirar los escombros por seguridad, tras lo cual debía detenerse la actividad. Ésta sigue interrumpida. Allí Corina Porro proyecta una zona de ocio con una fuente cibernética.
En rederos (O Berbés) y la fruta (muelle de Comercio) el Puerto accedió motu proprio a paralizar las obras tras el requerimiento del Concello, por lo que no existe precinto. Pese a que ambas órdenes se dictaron el mismo día –el 3 de noviembre– los casos se tramitan en juzgados diferentes. El Contencioso número 1 enjuicia el conflicto de las naves de la fruta, donde Porro promueve una segunda terminal de cruceristas y dependencias de Guardia Civil, Cruz Roja, oficinas de venta de billetes de tráfico marítimo y locales portuarios. El Contencioso número 2 resolverá sobre la antigua nave de rederos. El Puerto proyecta en el edificio una pescadoteca con aulas para promocionar el sector.
“Posible caída”
Las obras de las naves de la fruta, divididas en dos fases, están más avanzadas que las de O Berbés. Fuentes portuarias y municipales coincidieron en que durante la declaración –que se prolongó por espacio de una hora– los representantes del Concello accedieron a que se ejecutasen las medidas de seguridad necesarias en las dos obras. Portavoces del Puerto criticaron que Urbanismo se opuso a que se inicie la segunda fase en los edificios del muelle de Comercio, a pesar de que sus técnicos y el arquitecto “aportaron informes que referían importantes riesgos de deterioro, sin descartar ni siquiera la posibilidad de caída total o parcial”, indican. En la obra de la fruta se permitirá a la empresa adjudicataria cerrar la estructura exterior. Fuentes consultadas indican que el plazo otorgado será de un mes o 40 días.
La previsión es emitir los autos judiciales hoy mismo, con lo que los operarios ya podrían reanudar de inmediato las obras en las naves de la fruta. En la de rederos ya están facultados desde el martes, cuando el Juzgado número 2 atendió la petición del Puerto sobre los posibles riesgos y autorizó que se retomasen los trabajos.
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