Sin apenas cambios, más de un año después. El Concello anunció a principios de 2008 que daba un plazo de seis meses a las operadoras de telefonía móvil para que regularizaran sus instalaciones al constatar un incumplimiento masivo de la norma, o de lo contrario ordenaría su retirada. Los últimos datos de Urbanismo, según fuentes de la Gerencia, constatan que apenas se registraron avances en este tiempo a pesar de las advertencias. Sólo 20 de las cerca de 300 torretas diseminadas por las cubiertas de edificios del centro de la ciudad y en las parroquias cuentan con licencia municipal.
Los responsables de Urbanismo mantuvieron, en los primeros meses de 2008, reuniones con representantes de las compañías para conminarles a legalizar las antenas de forma ágil. El alcalde les concedió un margen de seis meses para realizar los trámites y adaptarse a la normativa, puesto que una aplicación estricta supondría un “apagón” de cobertura en la ciudad. Desde entonces se produjo un goteo continuo de denegaciones en Urbanismo, ya que en la mayoría de los casos las operadoras no habían presentado la documentación requerida, los plazos habían expirado o, simplemente, sus antenas no reunían los requisitos para obtener licencia. En este tiempo han sido desestimadas 120 peticiones, lo que implica la obligación de desmontar las torretas.
Las antenas siguen instaladas, si bien en varios casos el Concello ha ordenado cortar la corriente eléctrica, con lo que se encuentran en desuso. Así ocurre con el mástil de 40 metros de altura en Saiáns que el Concello ordenó desmontar porque estaba más cerca de viviendas de lo que permite la normativa y excedía la altura autorizada.
En curso
Las demás solicitudes siguen su curso en la Gerencia en distintas fases de trámite, y funcionan sin haber recibido la licencia municipal.
La situación irregular de las estaciones de telefonía móvil se prolonga ya, en la mayoría de los casos, por una década. Numerosos expedientes en trámite tienen diez años de antigüedad, y el grupo más numerosos de solicitudes se presentó hace más de un lustro. El pasado mandato se produjeron protestas vecinales en varias zonas de la ciudad por el rechazo a las antenas, en uno de los casos en la calle Venezuela, cerca de tres centros educativos, y el Concello realizó intervenciones puntuales ante la presión social. El nuevo gobierno municipal se propuso acabar con el desorden en el sector, y mantuvo un proceso de diálogo con las operadoras.
Los resultados, sin embargo, han sido poco fructíferos hasta la fecha, ya que apenas se otorgaron licencias. Los datos recabados por el Concello en enero del año pasado situaban en 206 las antenas instaladas en el territorio vigués. Sin embargo, el número era notablemente mayor, y rondan las 300, según las fuentes consultadas. Caballero manifestó, cuando anunció el plazo para que las firmas de telefonía móvil legalizasen la situación de sus instalaciones, que resultaba “imprescindible” la ordenación del sector y su ajuste a la normativa de telecomunicaciones. En aquel momento Urbanismo ya tenía computada una veintena de antenas con licencia.