A escasos metros de las obras de la macrodepuradora de Baiona, con capacidad para 36.000 habitantes durante treinta años, y sin red pública de saneamiento ni traída de aguas. La paradoja se presenta en el municipio de Oia, cuya parroquia de Mougás limita con los terrenos en que se instala la EDAR baionesa. El portavoz del grupo municipal del PSOE en dicho ayuntamiento, José Antonio Olmedo, exige un proyecto de alcantarillado conectado con la mencionada estación y de suministro de agua como necesidad prioritaria para una población de más de tres mil habitantes.
Esta reclamación no es nueva. Hay constancia de una moción de urgencia de los socialistas para que la futura depuradora de Cabo Silleiro dé servicio al barrio de As Mariñas, en la parroquia de Mougás. En aquella ocasión, el alcalde de Oia, el popular Alejandro Rodríguez, desestimó la urgencia porque creía que en Silleiro no se iba a construir instalación alguna.
El desinterés del gobierno municipal por dotar al municipio de servicios básicos es tal, apunta Olmedo, que el propio Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM), en fase de redacción no recoge ninguna red de tuberías para el saneamiento ni para el abastecimiento de agua. En este último caso, el edil recuerda que existe un depósito construido por el Concello de A Guarda para suministrar a Oia previo convenio con Aguas de Galicia. Dicho tanque se encuentra inutilizado porque el regidor "no gestionó" el citado convenio con el ente autonómico, denuncia el socialista.
Respecto al tratamiento de aguas residuales, el municipio dispone de varias minidepuradoras, algunas de las cuales, según rótulo, estaban destinadas a la comarca del Baixo Miño, siempre según las palabras del portavoz socialista.
Aliviaderos
Asimismo, tanto las inmediaciones del monasterio cisterciense como la zona de O Freixal registran la presencia de unas chapas de hierro que corresponden a varias decantadoras de fecales sitas en terrenos de la jurisdicción de Portos de Galicia y sin permisos por parte de este organismo dependiente de la Consellería de Política Territorial, Obras Públicas e Transportes. José Antonio Olmedo explica que estas instalaciones irregulares proceden del mandato del anterior alcalde, el popular Álvaro Miniño.
Estos aliviaderos no siempre cumplen su función. La ausencia de conducción separada de aguas pluviales y residuales provoca tapones causados por acumulación de ramas, arena y toda clase de desechos. Así, los desbordamientos se suceden a lo largo de la temporada de lluvias. Para evitarlos, se ha dispuesto otro aliviadero que vierte directamente a la ribera de O Freixal.
Carril bici
El edil socialista propone también aprovechar los trabajos del carril bici entre Baiona y A Guarda, cuya expropiación de terrenos fue anunciada en los últimos días, para la colocación de los colectores de alcantarillado y suministro de agua.
Olmedo aduce que el Plan Xeral sin traída ni saneamiento impide desarrollar el urbanismo, en concreto el proyecto de rehabilitación del monasterio como conjunto residencial.
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