La bronca y el intenso debate centraron ayer el pleno de la Corporación de Nigrán. Los grupos del gobierno, PSOE y BNG, rechazaron la paralización del proyecto de expropiación de la reforma de la PO-325 a pesar de las protestas de unos doscientos vecinos afectados. Unos se manifestaron con pancartas, pitos y gritos a las puertas del ayuntamiento y otros abarrotaron el salón de plenos para abuchear y aplaudir a los portavoces de los partidos.
La sesión comenzó tranquila, con intercambios de opiniones sobre cuestiones de trámite. Pero los damnificados por el proyecto del carril bici aguantaron casi dos horas hasta que llegó el asunto que les preocupaba. Mientras tanto, los apostados en el exterior de la casa consistorial lanzaban pitos contra el gobierno municipal, mostraban pancartas en las que podía leerse "carril bici=muerte", "Caride prepotente, Juanes obediente", entre otras frases reivindicativas, e incluso portaban un ataúd en referencia a los riesgos del vial. Los ánimos se fueron calentando a medida que se acercaba el debate sobre el asunto. "Este contencioso lo vamos a ganar", "Verde sí, asfalto non" o "Queremos solución" eran las consignas más coreadas, que enseguida dieron paso a alusiones personales como "Hermida mentiroso" o "Juanes cállate".
Cambio de discurso del PP
Pese al atronador sonido de los megáfonos, los representantes políticos nigranenses trataron de hacerse oir. El alcalde, Efrén Juanes, presentó la moción consensuada en la comisión informativa, en la que todos los grupos habían acordado solicitar a la Xunta la revisión del proyecto, así como la documentación existente sobre el mismo. Pero el portavoz del PP, Alberto Valverde, anunció enseguida que su grupo iba a cambiar de postura y presentar una enmienda a la totalidad de la propuesta para exigir la paralización de las expropiaciones con el fin de que Política Territorial retire el proyecto. Valverde aludió a la inseguridad de la senda por su proximidad a entradas y salidas de garajes y empresas con vehículos comerciales, además de las curvas peligrosas existentes en la carretera por la vía no corregidas en los planos. La indefensión de los vecinos ante la "irrupción de los técnicos a sus propiedades" y la falta de información fueron otros argumentos mostrados por el líder popular.
El representante de UCN, Antonio Fernández Comesaña, suscribió todas las explicaciones de Valverde, mientras que el portavoz socialista, Juan Hermida, se limitó a acusar a ambos grupos de la oposición de "manipular" a los vecinos. El teniente de alcalde, el nacionalista David Giráldez, calificó de "opinable" la seguridad vial del proyecto, pero no aclaró si está a favor o en contra, como le pedían Valverde y Fernández. Por último, el regidor mostró su "total comprensión" a los presentes y aseguró que recibiría a la plataforma de afectados en cuanto le pidiese una cita. Y es que tanto la oposición como los manifestantes le reprocharon su negativa a mantener una reunión con la agrupación de damnificados.
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