La «extraodinaria» contaminación del río Louro motivó la puesta en marcha, en el 2001, de uno de los principales proyectos del Gobierno para el sur de la provincia. Las administraciones invirtieron más de 97 millones de euros en la construcción de una impresionante red de colectores de 81,5 kilómetros de recorrido (que obligó a excavar más de un millón de metros cúbicos de terreno) y una macroestación depuradora de aguas residuales de última generación. Pese a la magnitud de la obra, los plazos se cumplieron en julio del 2006 y el Ministerio de Medio Ambiente dio por finalizado el saneamiento de la cuenca del Louro.

Dos años después, la depuradora de Guillarei sigue sin estrenarse y aún no ha recibido ni un solo vertido. Los trámites administrativos y burocráticos mantienen en suspenso su puesta en funcionamiento, programada, a más tardar, para mediados del 2007.

El regidor tudense, Antonio Fernández Rocha, confirmó ayer que «la obra aún no ha sido recepcionada». En principio se barajó la posibilidad de crear un consorcio o mancomunidad entre los cuatro concellos implicados (O Porriño, Mos, Salceda de Caselas y Tui) para poder asumir su gestión. La propuesta no prosperó y ahora se confía en que la Xunta participe. «La única que puede hacer que la depuradora funcione en condiciones es la Consellería de Medio Ambiente, garantizando que los Concellos paguen y asegurando el proceso de tratamiento», señaló el alcalde. Rocha confirmó que «ya ha habido contactos con el conselleiro para consensuar una fórmula».

Recorte

Los regidores afirman, además, que «hay obras que contemplaba el proyecto y que no se ejecutaron porque recortaron el presupuesto, así no podemos recepecionar nada». Fernández Rocha manifestó que «el recorte en Tui fue de casi dos millones, y se dejaron sin hacer varias obras que impedirían dar servicio a unos 1.550 vecinos, es una actuación incompleta». Entre ellas, el colector general del río San Simón, en Ribadelouro, más tres ramales en Mourentán, Cotarel y Paredes, así como el de Vides y el bombeo del Puente Deique, en Rebordáns, «más de seis kilómetros de colectores, ésto es lo que se dejó de hacer».

A mediados del año pasado hubo también un encuentro de los alcaldes en la depuradora. Se reunieron con el presidente de la Confederación Hidrográfica del Norte, promotora de las obras. Su presidente, Jorge Marquínez, señaló entonces que «es perentorio aprovechar las instalaciones que, a pesar de no estar completamente finalizadas, son funcionales». Las negociaciones continúan dilatando sin embargo su puesta en marcha y, pese a que a priori, la falta de uso no debería condicionar su estado, el tiempo sí juega en contra del Louro y su cuenca. Sí se han registrado ya daños por acciones vandálicas, como la rotura de cristales en la estación de bombeo del río Tripes, en Tui.