La controversia sobre el entorno natural de Monteferro podría quedar cerrada en cuanto el Plan Xeral de Ordenación Municipal de Nigrán sea público. El documento califica todo el entorno natural como suelo de protección e incluso añade parcelas que las normas subsidiarias consideraban urbanizables, según aseguran fuentes municipales.
Dichas fincas están incluidas en los SAU 1 y 2 -en la falda del monte, hacia Panxón el primero y hacia Saiáns el segundo-, pero nunca llegaron a desarrollarse urbanísticamente, por lo que pasan a formar parte de la superficie protegida.
Entre las parcelas mencionadas, se encuentran varias próximas a la conflictiva finca de O Rapón, cuya tala desató la polémica entre vecinos de la zona y ediles del BNG. Lo cierto es que esta finca forma parte, junto a otras anexas, de un ámbito diferenciado de protección en el Plan Xeral.
Mientras las normas subsidiarias recogían todo el entorno de Monteferro como "sitio costero sobresaliente de singular interés forestal y paisajístico" bajo la ordenanza 17, el Plan Xeral establece dos áreas diferenciadas. La mayor parte de la superficie del monte figura como "solo rústico de protección de espazos naturais", por lo que cuenta con las máximas garantías de conservación. Asimismo, la franja que forman O Rapón y las fincas particulares aledañas entre el monte y el suelo urbano se establece como "solo rústico de protección forestal".
Esta última calificación permite construir en el 10% de la superficie con la condición de que las edificaciones no superen una planta con 3,5 metros de altura y cumplan una utilidad dotacional. La franja apenas supera los 20.000 metros cuadrados, por lo que las construcciones nunca podrían exceder los 2.000 metros de superficie. En todo caso, cualquier actuación quedaría sometida al desarrollo de un Plan Especial.