Los vertidos al río Lagares son aún un mal generalizado. Las inspecciones a industrias situadas a lo largo del cauce muestran que las actuaciones para proteger el río han sido hasta ahora insuficientes y revelan graves lagunas en la red de saneamiento de las empresas. Los informes detectan situaciones caóticas, incluida la existencia de un polígono de 16 naves con la red de saneamiento sin localizar. Más de 40 empresas vierten sin control, ya sea al río o a zonas que Concello y Xunta aún ignoran. Tras cruzar los datos con los de Urbanismo, se ha constatado que ocho carecen de licencia, y cinco no han acreditado que la tengan. Hasta el aeropuerto, también visitado, presenta deficiencias. Sus aguas van al colector municipal, pero sin tratamiento previo.
El grado de cumplimiento es mínimo. El último informe entregado a la Concejalía de Medio Ambiente indica que sólo seis de las industrias visitadas destinan sus residuos a la red de saneamiento con todos los requisitos de depuración. Los demás casos son un cajón de sastre. Por un motivo u otro, se infringe la normativa ambiental o urbanística, y hay casos kafkianos. El gerente del citado polígono "cree" que las empresas vierten a una fosa séptica, pero ignora dónde está. El empresario asegura, tras los reiterados requerimientos para que entregue los planos de la red de tuberías, que la constructora que las instaló se niega a darlos.
Tres industrias de Ricardo Mella dirigen sus aguas fecales también a fosas, "y de ahí al Lagares", señalan las inspectoras municipales en uno de los informes. Y aunque no se precisa el número, agregan que lo hacen el resto de las naves de ese mismo polígono.
En otros ocho casos se constataron depósitos directos en el río. Una de las empresas, en Sárdoma, presenta riesgo de vertidos de aceites al cauce cuando llueve. Su lista de incumplimientos es larga, y entre ellos figura que su actividad no se ajusta a la licencia. Ya fue denunciada varias veces.
Carecer de permiso de actividad y canalizar residuos ilegalmente al Lagares son infracciones que se dan paralelamente en otros tres casos. Hay, asimismo, "complejos sistemas de depuración" donde el agua, al final, va a parar al río, y en una visita de los técnicos del Concello y de Augas de Galicia a Navia, donde se construye la megaurbanización residencial, un operario estaba lavando un camión en plena carretera.
Aeropuerto
Peinador también fue visitado, ya que sus responsables pidieron permiso de vertido por las obras del aparcamiento y de un separador de grasas. Las aguas sanitarias de la terminal y otros edificios van sin tratamiento a la red de residuales hasta desembocar en el colector que lleva a la depuradora.
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