El gobierno municipal de Nigrán no podrá realizar ninguna inversión el año que viene por culpa de la «preocupante» situación económica heredada del gobierno de Alfredo Rodríguez Millares. El alcalde, Efrén Juanes, y el edil de Economía y Hacienda, Juan Antonio González, reconocieron ayer las enormes dificultades que están teniendo para elaborar los presupuestos del año que viene.
La enorme carga financiera heredada del anterior mandato hará que los gastos se disparen en el 2008 a los doce millones de euros según las previsiones más modestas, mientras que los ingresos no superarán los diez millones.
La coalición de gobierno no sabe en estos momentos qué partidas recortar para intentar cuadrar las cuentas y teme que al final se vea obligado a hacerlo en el capítulo de gastos de personal, si bien tampoco descarta continuar con los presupuestos prorrogados del presente ejercicio. La creación de nuevas plazas durante los últimos años ha sido uno de los aspectos que han comprometido en mayor medida a las arcas municipales. Si en el año 2003 el pago de las nóminas a los trabajadores suponían 3.200.000 euros anuales del presupuesto, el PP los elevó hasta los 4.400.000 euros antes de apearse del gobierno municipal.
Pagos pendientes
La deuda municipal supera en la actualidad los diez millones de euros, entre dinero pedido a los bancos, obras pendientes de pago y dinero que se debe a los proveedores. Hay facturas reconocidas por un valor de 4.900.000 euros, que han obligado al gobierno a recurrir a una póliza de crédito de 1.800.000 euros para poderlas ir pagando. Esta cantidad habrá que devolverla en un año y supondrá unos gastos financieros de 80.000 euros. Por otra parte, han aparecido otras facturas sin reconocer de casi un millón de euros.
La situación actual impide que el Ayuntamiento pueda volver a recurrir a préstamos para hacer frente a nuevas inversiones, según reconoció ayer el alcalde, Efrén Juanes, que se niega a subir los impuestos.