El parque eólico "Albariño I" previsto en montes de las comarcas del Val Miñor y el Baixo Miño sacrificará parte de la riqueza biológica, etnográfica y arqueológica de la Serra da Groba. Al menos, así lo cree el Instituto de Estudios Miñoranos (IEM), que prepara varias alegaciones al proyecto que deberán ser presentadas ante la Consellería de Innovación e Industria antes de que termine el mes de agosto.

Unos 2.500 caballos salvajes de pura raza gallega y más de 40 superficies con arte rupestre, entre otros hallazgos arqueológicos, se verán afectados por la colocación de los 21 molinos de viento previstos en montes de los municipios de Baiona, Oia y Tomiño.

Los recursos del IEM incidirán en la reducción del pasto de los equinos que ocasionará la instalación de los molinos y su área de influencia, un total de dos millones de metros cuadrados en el monte. "A instalación mermará sen dúbida a cabana de cabalo galego que habita na Serra da Groba e, por suposto, influirá negativamente na tradición centenaria dos curros que se celebran cada verán en A Valga, Mougás, Torroña e en San Cibrán", comentan Xosé Lois Vilar y Xilberte Manso, estudiosos del IEM.

No sólo los caballos preocupan al colectivo cultural, sino otros animales como los insectos y los reptiles que también se verán afectados, según los expertos. La modificación paisajística es uno de los asuntos que aparecerán en las alegaciones del IEM. "O impacto visual que os muiños van exercer sobre o monte é importantísimo nunha zona de incalculable valor paisaxístico", recalcan.

La instalación echará por tierra, según estos expertos, la mejor recogida de toponimia de Galicia, elaborada hace dos años por Roberto Rodríguez Álvarez en la zona. Este estudio incluye 9.900 topónimos sólo en el municipio de Oia, gran parte de ellos en los montes afectados, cuyas denominaciones dan muestra de la presión antrópica que se ejercía antiguamente sobre el monte, puesto que servía de sustento a numerosas explotaciones agrícolas y ganaderas del entorno.