Salvemos Monteferro
Nova 529





19/06/2007 |


Una batalla que ganaron los ecologistas


Fue el Xurelo, un barco pesquero de Ribeira, el que en 1981 encabezó la batalla contra la contaminación nuclear del mar y despertó conciencias, movilizando así al conjunto de las fuerzas políticas, sociales e institucionales de Galicia.

Este pesquero, acompañado de otro barco de Greenpeace, tenía como misión hacer frente a los cargueros holandeses que por entonces tiraban bidones radiactivos a 340 millas de la costa gallega. El Xurelo repetiría al año siguiente su singladura, pero esta vez acompañado por el Arosa I y el Plemar, fletado por el Ayuntamiento de Vigo.

Sus protestas sirvieron para sacar a relucir una situación que llevaba años produciéndose. La industria nuclear no sabía como deshacerse de los residuos que generaba y, con el permiso del Convenio de Londres, convirtió la fosa atlántica en un cementerio nuclear.

Los fondos marinos de esta zona del Atlántico, con entre 3.000 y 4.000 metros de profundidad, se convirtieron en un vertedero donde los cargueros depositaron durante años bidones cargados de radiactividad.




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