El marisqueo se ha terminado dentro de la ensenada de Baiona mientras no quede resuelto definitivamente el problema de los vertidos de aguas fecales. La Consellería de Pesca ha incluido estas aguas dentro de la categoría C, reservada a las de peor calidad debido a su contaminación, y de las que no se puede extraer marisco para comercializar en fresco, sólo para su traslado a zonas B o para la industria de transformación.

La calificación, que afecta a toda la bahía -formada por la costa de Nigrán y de Baiona-, entró ayer en vigor y ha dejado de brazos cruzados a 90 mariscadores de la Cofradía La Anunciada, así como a marineros de otras poblaciones, puesto que parte del banco afectado es de libre marisqueo. La almeja es la única especie que se captura dentro de la zona donde se ha aplicado la restricción, por lo que este producto de esta área desaparecerá de los mercados. ? La captura de este bivalvo en la ensenada representa una parte importante de la actividad de la cofradía. El año pasado se capturaron 8.564 kilos de babosa, 843 de rubia, 41.515 de berberecho, 242 de japónica y 3.723 de fina. La facturación global superó los 353.000 euros. La actividad se practica tanto a pie, por parte de la agrupación de mariscadoras de O Val Miñor, como a flote, en alrededor de 30 embarcaciones. Otras especies como el percebe, el centollo o el erizo no están en peligro, porque se extraen fuera de la ensenada.

El patrón mayor de la Cofradía de Pescadores, Jesús López Méndez, dijo ayer que intentarán negociar con la Xunta para que convierta la bahía en una zona de «excepcionalidad transitoria» y anunció que los marineros iniciarán movilizaciones si ésta no se vuelve a abrir el marisqueo. Para López Méndez lo más grave es que la zona dejará de ser productiva si los marineros dejan de trabajar en ella.?

Alternativas

Fuentes de Pesca sostienen que la calificación es provisional y que se están poniendo en marcha medidas para paliar la falta de ingresos, como el convenio suscrito con las mariscadoras de a pie para pagarles un salario por realizar raleos, traslados de bivalvos y por mantener la calidad del sustrato mientras dure la inactividad derivada de estar entre las zonas C. Para los de a flote, aparte de que pueden trabajar en la parte del banco de libre marisqueo no afectado, Pesca estudia otorgarles una autorización temporal para poder emplear otra arte distinta.

Ría de O Burgo

Otra de las zonas que han recibido la calificación provisional de zona C es la ría de O Burgo, aunque, según Pesca, los mariscadores de a pie no tenían previsto trabajar en la zona hasta diciembre y, por ahora, están cobrando por vigilar, regenerar y asistir a cursos de formación. A los de a flote les queda faenar en O Parrote o trabajar con otra arte de pesca.

La Consellería resta importancia al impacto de la zona C en Placeres

La Consellería de Pesca restó importancia ayer al impacto de la calificación como zona C del banco marisquero de Placeres, en Lourizán (Pontevedra). El departamento que dirige Carmen Gallego precisó que las mariscadoras pontevedresas sólo tenían previsto mariscar durante tres días de este mes de abril y que los dos meses siguientes están destinados a paro, por lo que el cierre del banco natural apenas afectará a los ingresos de las mariscadoras.

La consellería afirmó que en una reunión con el sector el pasado día 3, se propuso a las mariscadoras adelantar el período de paro del 9 de abril al 9 de junio para hacerlo coincidir con la entrada en vigor de la nueva calificación.

Desde la Dirección de Recursos Mariños piden tranquilidad a los afectados y confían que estos tres meses sean suficientes para localizar los focos de vertido y solventar el problema para que los análisis de aguas puedan devolver a Lourizán a la categoría B.

Una medida que también perjudica al sector turístico de la comarca

El cierre del marisqueo por los vertidos de aguas fecales no sólo afecta al sector pesquero, sino también al turismo, el principal recurso económico de la comarca de O Val Miñor.

Las costas de Baiona y de Nigrán constituyen uno de los lugares preferidos para miles de visitantes que eligen Galicia como destino en sus vacaciones. Durante los últimos diez años se han construido en la comarca más de 6.000 nuevas viviendas, sin que haya crecido al mismo tiempo la prestación de servicios de saneamiento.

La depuradora de Gondomar solamente trata el 30% de las aguas residuales de la población. Baiona ni siquiera cuenta con una estación de tratamiento de aguas residuales, que se vierten al mar sin depurar a través de un emisario submarino que, además, presenta varias roturas. También se han detectado vertidos en la zona de Panxón, en Nigrán. La consecuencia es que miles de litros de aguas fecales se vierten a la ensenada cada día, arruinando a los pescadores.

El colectivo de afectados afirma que no es culpable de la contaminación de la ría y anuncia que acudirá a la Justicia en busca de responsabilidades. Los pescadores y mariscadores quieren que la Xunta se implique en el saneamiento integral de la ría.