El empresario detenido, Ricardo M. Abal López, acumula irregularidades urbanísticas durante años, según consta en los archivos del departamento de Urbanismo del Concello de Nigrán. Las primeras denuncias, no sólo de los grupos de la oposición, sino también de vecinos, se produjeron con anterioridad a 2005 porque vertía escombros en una finca ubicada en el barrio de A Tarela, en Nigrán. El ayuntamiento le obligó a retirarlos y fue entonces cuando los trasladó a la parcela de la parroquia de Parada, en las inmediaciones del pazo gondomareño de Vilarés, a principios de 2005. Los grupos municipales del BNG de Nigrán y Gondomar denunciaron el caso, publicado en FARO por primera vez el día 7 de junio del citado año. La información indicaba que el gobierno municipal había ordenado la paralización de la actividad a la empresa Obras y Derribos Vigo en abril sin que el infractor actuase para reponer la legalidad. El alcalde trasladó el caso a la Consellería de Política Territorial, pero tampoco eso sirvió para resolver el problema. Así, el portavoz municipal del BNG exigía el corte de suministro eléctrico al regidor y el establecimiento de una vigilancia exhaustiva en la zona. La siguiente publicación al respecto vio la luz el 19 de noviembre de 2005, el mismo día en que los detenidos quemaron presuntamente el coche de Giráldez. En aquella noticia, este diario informaba de que la Consellería de Cultura exigía al ayuntamiento la restitución de la legalidad en la zona debido a su proximidad al pazo de Vilarés, inventariado por la Dirección Xeral de Patrimonio.