Si vamos a velocidad de crucero, a finales de 2010 toda la ría de Vigo quedará saneada". Con este compromiso, anunciado por el conselleiro de Medio Ambiente, Manuel Vázquez, se presentarán en Bruselas los representantes del Ministerio de Asuntos Exteriores en marzo. El plan de descontaminación, que cifra la inversión en 209 millones, quedó cerrado ayer en la reunión que mantuvo la cúpula de la consellería, Augas de Galicia, responsables de Pesca y la Confederación Hidrográfica, y el consejero de Medio Ambiente de España en la UE, Miguel Castroviejo. La depuradora del Lagares, obra clave para evitar la multa de 20 millones del Tribunal de Xustiza europeo por contaminación para la cría de moluscos, cuesta 180 millones. En 2008 arranca la obra, que concluiría a finales de 2010 o, como máximo, a mediados de 2011.

El conselleiro reconoció que la situación de la ría es "muy mala" y afirmó que todas las actuaciones previstas, una veintena, "son de obligado cumplimiento". Cuatro depuradoras -Vigo, Cangas, Redondela y Soutomaior-, necesitan mejoras por 12,1 millones, y Baiona precisa una nueva que costará otros 6,8. La falta de una red específica de aguas fecales en la ciudad -la actual conduce también las de la lluvia y recoge el cauce de los regatos que cruzan el centro urbano- es otro de los factores que incrementa los vertidos. Para paliarlo, los técnicos proponen nuevos tanques de tormenta, que permitirían almacenar más agua antes de verterla.

El plan de la Xunta, que incluye un programa informático para comprobar la reducción de la contaminación, plantea actuaciones para limpiar de carga microbiológica todos los polígonos de bateas en 2009. Los afectados en Moaña quedarían saneados el año próximo, y los de Cangas y Vilaboa doce meses después.

Financiación

Medio Ambiente garantiza la financiación de los 180 millones que costará la nueva planta del Lagares, emplazada en el mismo lugar que la actual. El ministerio aporta 104 de fondos europeos, ya confirmados, y el planteamiento de Vázquez pasa por que su consellería ponga 61 millones, y el Concello los 19 restantes. Las cantidades de ambas administraciones están aún por negociar.

Combinar la actividad de la actual planta con la construcción de la nueva será el elemento más complejo. La consellería, para evitar que se disparen los vertidos a la ría en ese impasse, ha decidido mantener la inversión de 9,8 millones prevista para dotar a la depuradora de un sistema de tratamiento terciario. "Es una cantidad que dejamos ahí, pendientes de ver su necesidad a medida que avance la obra", aclaró Vázquez.

La nueva depuradora -"un desafío técnico que será la obra más importante de Galicia", enfatizó- pondrá el punto y final al programa de saneamiento. Ocupará los terrenos de la actual, y bajo ningún concepto, aseguró el conselleiro, se invadirán los humedales de la desembocadura del Lagares ni la franja costera. "Antes de final de año esperamos licitar el proyecto, y como muy tarde en el primer semestre de 2011 la obra estará terminada", aseguró.

Vázquez recordó que la primera advertencia de Bruselas resaltando las deficiencias de saneamiento en la ría llegó hace 9 años. "Todo lo que no hicieron en este tiempo, lo hemos realizado en menos de 20 meses", concluyó.