La calidad de las aguas gallegas para el marisqueo ha empeorado con respecto al 2006. Eso es lo que se deduce de la nueva clasificación de las áreas de producción de bivalvos, en la que aumenta el número de zonas C, aquellos bancos de los que solo se puede extraer marisco para la transformación, nunca para su venta en fresco.? Si hace cuatro años tenían esa catalogación el 19,7% de las 71 áreas marisqueras de Galicia (14 de 71), ahora el porcentaje ha escalado hasta el 23,2% (17 de 73). Y en esa porción se incluyen dos áreas en las que la carga microbiológica del marisco es tal, que ya no pueden ni siquiera llevar la etiqueta de zona C, sino que se han cerrado por completo a la extracción de molusco. Son los casos de la ensenada de Caranza, en Ferrol, y el estuario del río Miñor, en Baiona. El marisco que allí se cría supera con creces las 46.000 E. coli (la bacteria Esterichia coli , susceptible de provocar en los humanos desde diarrea hasta neumonía) por cien gramos de vianda y líquido intervalvar, que marca el límite de la zona C.? La contaminación también se ha agravado en la parte interna de la ría de Viveiro, el interior de la ensenada de Muros, la zona de Laracha, Miño y el saco de Fefiñáns. Ha bajado sin embargo en la ensenada de Fisterra y en la parte exterior de la ría de Aldán, que dejan atrás la calificación de B -de donde el marisco puede ir al mercado en fresco tras pasar por depuradora- para convertirse en dos de las cinco zonas A que hay en Galicia (Doniños y las partes externas de Fisterra y de la rías de Pontevedra), áreas de las que el bivalvo puede ir directamente al mercado. También merma la carga microbiológica en el estuario del río Tállara, donde ya hay menos de 4.600 E. coli, la frontera que marca la zona B; y el nivel de contaminación por coliformes encontrado en O Burgo.
La Consellería do Mar precisó que la Xunta está desarrollando un plan específico de saneamiento para mejorar la calidad de las aguas antes de que acabe el 2014, lo que «permitirá diminuír a contaminación microbiolóxica en 17 zonas de marisqueo que agora teñen problemas e que están localizadas en 9 rías». Desde Mar también explicaron que se mantendrán los convenios suscritos con las cofradías en las que subsista el problema de las zonas C, en virtud de los que los mariscadores afectados cobran 82 euros por cada día que dedican a tareas de limpieza.
Y, mientras tanto, Mar seguirá batallando en Bruselas para conseguir una moratoria que haga posible que el marisco de áreas contaminadas pueda ser vendido en fresco después de ser sometido a una depuración intensiva.?
La ampliación de las zonas C en la ría de Ferrol supone, en la práctica, que se merme todavía más la capacidad productiva del área. Hasta ayer, según el sector, la extracción de bivalvo estaba ya prohibida por la contaminación orgánica de las aguas en 7,5 kilómetros cuadrados, un 33% de su superficie total. Ahora, el veto se extiende hasta los 10,2 kilómetros cuadrados, cerca del 41% de la extensión global. Esos números, además, hacen solo referencia a las dimensiones geográficas del área de marisqueo. Si se habla en términos de productividad, el varapalo es mucho más severo. ¿El motivo? Está calificadas como zonas C los bancos más abundantes, como por ejemplo el de As Pías.
Si hasta el momento las cofradías de la ría de Ferrol solo podían salir a faenar almeja cuatro de los doce meses del año, todo apunta a que, con las nuevas restricciones, este calendario merme todavía más y quede en noventa días por ejercicio.
«El marisqueo se termina en Baiona con todo el dolor de mi corazón», dice rotunda la presidenta de la agrupación de marisqueras del Concello, Merche Lema. Ella y otras veinte compañeras mariscaban desde hace años en el Esteiro da Foz, pero hace dos meses recibieron el anuncio del cierre de la zona. «Hasta ahora era zona C y podíamos, por lo menos, recoger marisco para vender a conserveras, ahora nos tenemos que conformar con una subvención de 6.100 euros al año que apenas nos da para ir tirando», cuenta Lema. Añade que, para las afectadas, la Foz se trataba de la mejor zona de marisqueo y que si no cumple los requisitos ambientales es porque las depuradoras de los concellos próximos a la costa, como la de Gondomar, no funcionan todo lo bien que deberían. Por otra parte, desde la Consellería do Mar se asegura que la contaminación es de carácter microbiológico y no químico y que el marisqueo en la zona era puntual.
El colectivo de mariscadores de la Cofradía de A Coruña lleva semanas mostrando su rechazo a la apertura de la ría de O Burgo. De hecho, el patrón mayor, Manuel Cao, anunció ayer que, si bien todavía no se ha agotado la vía del diálogo con la Consellería do Mar, los mariscadores saldrán a la calle en señal de protesta, como forma de rechazar la catalogación de zona B, lo que permite a partir de hoy la comercialización en fresco del bivalvo de la parte central de la ría, y del área que comprende la dársena de Oza y el paseo marítimo de Santa Cristina, tipificada esta como B provisional.
Los productores creen que la ría no está regenerada y que no se han eliminado los vertidos. Cao aclaró que durante las protestas no se realizarán cortes de tráfico, porque «la ciudadanía no tiene por qué pagar el pato». Mar insiste en que los análisis revelan que la carga contaminante es lo suficientemente baja como para vender el marisco tras ser depurado.