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La Voz de Galicia

GALICIA


La leche en origen registró este semestre los precios más bajos del último lustro


19/07/2010 | Xoán R. Alvite / Redacción


Los productores sufrieron unas pérdidas de 195 millones de euros en el 2009

Los productores de leche gallegos siguen inmersos en una de las peores crisis de toda su historia. Un año después de la firma en Madrid de un acuerdo interprofesional que, en teoría, iba a servir para dar estabilidad al sector y conseguir un aumento de las cotizaciones de la materia prima en origen, la situación ha empeorado. Tanto es así que el precio de la leche abonada por la industria al ganadero, en el primer semestre, ha sido el más bajo de los últimos cinco ejercicios. El importe medio que recibieron los productores entre enero y junio se situó en los 28,21 céntimos por litro, 0,61 menos que en el mismo período del año anterior, y un 26% más bajo que el promedio del 2008, última campaña con precios por encima de los 35 céntimos por litro.

A la espera de conocerse las cifras oficiales de las liquidaciones efectuadas por los primeros compradores para la leche recogida en junio, en las que no se esperan diferencias significativas con respecto a mayo, el precio medio actual de la materia prima en origen se sitúa en Galicia en los 27,9 céntimos, la cifra más baja en lo que va de año según recogen los datos del Observatorio do Sector Lácteo dependiente de la Consellería do Medio Rural. En este sentido, y a tenor de lo publicado en el último informe sobre la situación de los mercados lácteos, elaborado por el departamento de Agricultura de la Comisión Europea, el precio que perciben los ganaderos gallegos está por debajo de la media que se registra en el conjunto del Estado español, situada en 28,24 céntimos, cifra similar a la del conjunto de la UE de 28,18 céntimos por kilo. Esta circunstancia es corroborada por varias asociaciones de productores y organizaciones profesionales agrarias que denuncian un injustificado diferencial de precios entre Galicia y otras comunidades como Asturias, Castilla y León o Cataluña que llega a oscilar entre los 2 y los 5 céntimos.

Diferencias entre granjas

Los datos del Observatorio de Prezos de la Xunta confirman una evidente diferencia entre los importes que reciben las granjas según su nivel de producción. Mientras un establo con una producción superior a los 700.000 kilogramos anuales -apenas el 3% de los 11.950 que continúan en activo en Galicia- perciben un precio medio de 29,79 euros, aquellos que se sitúan entre 400 y 700 toneladas ven reducido su nivel de ingresos en más de 0,7 céntimos por kilo, diferencia similar a la que registran estos en comparación con los que superan las 300 toneladas anuales.

Mención aparte merecen los extractos más bajos de producción, en los que se engloban aquellas explotaciones que no logran alcanzar el límite de las 100 y las 200 toneladas, respectivamente. En este último grupo se engloba, paradójicamente, la explotación media de Galicia, que apenas logra alcanzar una producción anual superior a los 185.000 kilos. Estas granjas, más de 9.000 según las últimas estadísticas de la Xunta, promedian unas cotizaciones por la leche que entregan a la industria de entre 25,5 y 26,7 céntimos por kilo.

Los bajos precios de la materia prima y los elevados costes de las explotaciones han colocado al borde del cierre a gran parte del sector, con unas pérdidas en el último año superiores a los 195 millones de euros. Y es que, mientras el precio medio que recibieron en el 2009 apenas sobrepasó los 28 céntimos por litro, el más bajo desde la campaña 1997-1998, los gastos estimados estuvieron en los 36 (un desfase de ocho céntimos).



Los ganaderos europeos solicitan poder fijar tarifas

La actual normativa sobre competencia prohíbe la fijación de precios mínimos para la leche en origen, una de las viejas reivindicaciones del sector ganadero con las que intenta frenar la volatilidad de las cotizaciones y la posición de dominio que, a su entender, ostentan las empresas lácteas. Esta medida podría tener los días contados o, al menos, se vería sensiblemente suavizada en su aplicación de fructificar la propuesta realizada ante las autoridades comunitarias por la European Milk Board (EMB), una organización de productores que aglutina a más de 100.000 ganaderos europeos.

Esta entidad, con asociados en 14 países, solicita la concesión de un estatus especial para las asociaciones de productores que los exima de cumplir las actuales medidas sobre competencia y les permita negociar en igualdad de condiciones con las industrias lácteas. La propuesta de la EMB demanda la aplicación de «exenciones por categorías» en beneficio de las organizaciones de productores lácteos para que estas puedan reagruparse y establecer normas comunes, tales como precios mínimos o calidades de la materia prima.

La petición coincide con una de las siete recomendaciones realizadas por el Grupo de Alto Nivel sobre la Leche (GAN) a la Comisión de Agricultura tras analizar la realidad del sector lácteo comunitario durante el último semestre. El GAN, formado por representantes de los Estados miembros y presidido por Jean-Luc Demarty, director general de Agricultura y Desarrollo Rural, señalaba en sus conclusiones la posibilidad de poner en marcha una disposición que permitiese a las organizaciones de productores, constituidas por los ganaderos lácteos, negociar conjuntamente con las centrales lecheras las cláusulas de sus contratos, incluido el precio.



En la última década han desaparecido el 70% de las explotaciones ganaderas

El sector lácteo gallego continúa perdiendo efectivos a pasos agigantados. A día de hoy producen leche en la comunidad 11.950 explotaciones, 639 menos que las que había hace un año y poco más del 30% de las que había censadas a principios de la década. Desde que en 1993 comenzó el incesante goteo de explotaciones que se vieron obligadas a cerrar sus puertas, han desaparecido en Galicia un total de 55.000 explotaciones lácteas. Unos precios en origen que apenas han sufrido variaciones al alza en las dos últimas décadas y un galopante incremento de los costes de producción parecen estar detrás de la escasa rentabilidad que obtiene una actividad que da empleo en Galicia a más de 20.000 personas de forma directa y a otras 80.000 de forma inducida.



¿Por qué ha fallado el pacto lácteo y qué papeles han estado jugando los protagonistas del sector?

Tras un año desde la firma del acuerdo, la situación no ha mejorado

Mañana se cumple un año de la firma del acuerdo lácteo entre el Ministerio de Medio Ambiente, Rural y Marino, las organizaciones agrarias Asaja y UPA, la Asociación de Cooperativas Agroalimentarias, la Federación Nacional de Industrias Lácteas (Fenil) y las asociaciones de distribución alimentaria Asedas, Anged y ACES. El documento llegó a ser calificado por alguna de las partes como de histórico, por cuanto se suponía que iba a sentar las bases de un nuevo modelo de relaciones entre industrias y ganaderos y, consecuentemente, daría lugar a una recuperación de los precios a corto plazo. Sin embargo, poco o nada de aquello se acabó cumpliendo y la situación del sector sigue siendo, si no peor, similar a que se registraba en julio del 2009.

1.-¿Por qué ha fallado el pacto lácteo? Cabría pensar inicialmente en la poca voluntad de algunas de la partes por cumplir lo pactado en su día, por cuanto les supondría perder su supuesta posición de dominio en el sector. Evidentemente, la inexistencia de mecanismos coercitivos que obliguen a los firmantes a cumplir lo firmado tuvo gran parte de culpa de ello.

2.-¿Cómo evolucionaron los precios tras el acuerdo? Las cotizaciones en origen apenas han tenido variaciones al alza a raíz del pacto firmado entre ganaderos, industrias y distribución. Desde la firma del acuerdo en julio del 2009, los precios repuntaron entre 3 y 4 céntimos hasta finales de año, manteniendo después estables o descendiendo ligeramente a partir de comienzos del presente año. Lejos quedaban las aseveraciones de que el precio medio se situaría en el promedio francés -en torno a 28 céntimos- más un diferencial por transporte de otros tres céntimos.

3.-¿Qué papel están jugando los contratos homologados? La extensión de los contratos homologados entre productores e industria han jugado un discreto papel durante el último año, pese a las esperanzas que los ganaderos tenían puestos en ello. Muchas empresas siguen mostrándose reticentes a su firma ya que les resta capacidad para imponer precios. Durante el 2009 apenas 1.052 millones de litros se vendieron bajo esta fórmula; es decir, una sexta parte de la cuota nacional. En el presente ejercicio parece que las cosas han mejorado bastante, en los tres meses transcurridos de la campaña láctea 2010/2011 ya se ha cubierto el 65% de la leche contratada el año pasado. Administraciones y organizaciones de productores esperan que se alcance un volumen de producción acogido a contrato del 50% durante esta campaña.

4.-¿Cuál ha sido la actuación de la distribución? La distribución alimentaria apenas ha movido ficha. Cuando su compromiso pasaba por priorizar la materia prima y diferenciar convenientemente la leche nacional de la foránea, lo que ha hecho ha sido seguir utilizando este producto como reclamo en sus lineales. Actualmente es posible seguir encontrando cartones de leche a menos de 45 céntimos.

5.-¿Qué ha hecho la Administración? Menos de lo que debería, según los productores, aunque lo cierto es que su capacidad de maniobra, a la hora de intentar impulsar el establecimiento de precios o determinadas políticas comerciales de las lácteas, es más bien escasa. Al ministerio se le reprochó el no haber actuado ante los posibles casos de dumpin -importaciones a bajo precio- o ante las prácticas abusivas de la distribución. Su compromiso en el acuerdo lácteo pasaba por impulsar la normativa que establece el sistema de trazabilidad de la leche llamado letra Q, algo que todavía está pendiente de desarrollar.




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