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GALICIA

03/07/2010 | Paola Obelleiro | A Coruña


Hernández admite que validó el fin de una obra "sin saber su estado real"


El conselleiro declara en el Tribunal Superior como imputado pero se niega a responder a las preguntas del abogado del PSdeG, autor de la querella

Agustín Hernández, conselleiro de Medio Ambiente, Territorio e Infraestructuras, se esforzó ayer por aparentar cierta tranquilidad al acudir a su cita ante el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia para declarar como imputado por "falsedad en documento oficial, estafa y/o fraude a la Administración pública". Pero no logró evitar que se le notase tenso: sonrisa un tanto forzada ante las cámaras, escueta declaración a los periodistas pero sin responder a una sola pregunta. En mayo de 2009, cuando Hernández aún estaba en su primer mes como conselleiro, fue denunciado por el PSdeG por avalar con su firma -durante su etapa como jefe del área de Infraestructuras de la Diptacion de Pontevedra- el certificado que daba por concluida una obra apenas empezada por una empresa en la que él mismo ejerció como directivo. Sucedió en diciembre de 2008.

En su declaración ante el juez que se prolongó durante hora y cuarto, el conselleiro reconoció que firmó el visado de la obra y que con esa rúbrica "el expediente se remite a Intervención para su posterior pago". La empresa Sercoysa, en la que el ahora conselleiro trabajó entre agosto de 2005 y marzo de 2006, cobró gracias a la certificación firmada por Hernández unos 292.000 euros por construir la variante de Lira cuando aún estaba lejos de ser concluida.

Hernández tampoco sabía, según afirmó ante el juez, en qué "estado real" se encontraban las obras cuando firmó "el conforme tramítese". Pero también admitió que entre sus funciones, en la corporación, no figuraba "la de certificar obras, que son [competencia de] los ingenieros técnicos". Es el cargo que ocupa en la Diputación pontevedresa Baltasar Pujales, quien también declaró ayer como imputado. El responsable de Medio Ambiente de la Xunta se acogió a su derecho a no responder a ninguna de la veintena de preguntas que le formuló el abogado del querellante. Sin embargo, al salir de la sala del tribunal, en una escueta declaración ante los periodistas, el conselleiro sostuvo todo lo contrario: "Respondí a las preguntas de los magistrados, el fiscal, la acusación y los demás abogados comparecientes", aseguró.Ante la prensa, remachó el conselleiro: "Mi máxima colaboración y respeto por la Justicia". "Ahora me voy a trabajar que tengo muchas labores que hacer", añadió en un intento de restar importancia a una imputación que hace días ya advirtió que no le dedicaría "ni un minuto".

Cuando concluyó la declaración, los socialistas criticaron la actitud de Hernández, al que culparon de "ocultar algo". "No sólo no colaboró con la Justicia sino que más bien la obstruyó al no contestar a la acusación y lo primero que hizo al salir del tribunal es mentir al afirmar que respondió a todas las preguntas de los abogados", acusó la dirigente del PSdeG Beatriz Sestayo. La diputada recordó el apoyo firme que el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, expresó hacia su conselleiro, cuya ética defiende desde que estalló este caso.

El jefe del Ejecutivo gallego repite en público y en privado que su hombre de confianza "nunca metió la mano" aunque admite que el salto de Hernández de la Xunta de Fraga a la direccion de las empresas a las que él mismo había adjudicado proyectos "no fue el episodio más brillante de su vida". Con todo, Feijóo le mantiene su apoyo y ha ordenado al PP cerrar filas con su conselleiro, pese a que los estatutos y el código ético del partido prevén la destitución de todo cargo cuando un juez vea indicios de delito. "Puedo aceptar que alguien meta la pata, lo que no toleraré es que meta la mano y Hernández es una persona competente y honrada", sostiene cada vez que se le pregunta el presidente gallego.

A preguntas del fiscal, ante la sala segunda del Tribunal Superior que decidirá si es procesado o no por esta causa, el conselleiro insistió en descargar cualquier responsabilidad en los hechos denunciados y desviarla hacia el otro imputado, el ingeniero del departamento de Vías y Obras de la Diputación de Pontevedra, Baltasar Pujales. Hernández afirmó que su labor, como responsable de Infraestructuras del organismo provincial entre 2008 y 2009 -lo dejó justo antes de ser nombrado conselleiro-, era de "supervisión, coordinación y gestión de una red muy amplia". "Cada zona tiene su responsable y no entraba dentro de los asuntos concretos de cada zona", alegó. Y cuando firmó el conforme de la obra, no examinó los folios del expediente, reconoció. Ni intervino "para nada en la obra", ni sabía su "estado real" cuando avaló con su firma la certificación del ingeniero que la daba por concluida. Al enseñarle las fotos del estado de la carretera que apenas estaba en obras cuando se dio por terminada, unos documentos aportados por el PSdeG, Hernández dijo que debía estar en "fase de movimientos de tierra".

Más larga fue la declaración ante el juez del otro imputado en la causa, el ingeniero de la Diputación Baltasar Pujales. Durante una hora y 45 minutos, él sí respondió a las preguntas de todas las partes.




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