Con un breve paseo por la ría de O Burgo los mariscadores coruñeses pretenden mostrar a la Xunta su rechazo a la decisión de abrir una zona de la ría al marisqueo para su comercialización en fresco siempre que el producto pase por un sistema de depuración previa. Los profesionales creen que todavía existen demasiados vertidos para tomar esta decisión y, como prueba de ello, muestran al rey de los vertidos en la ría: la embarcación del pósito se detiene en los muelles de San Diego, justo en la desembocadura del río Monelos.
Un vistazo al color marrón del agua basta para percatarse de que allí hay heces. El intenso hedor ataja de raíz cualquier duda que surja al respecto.
Los hermanos Santiago y Jesús Vázquez, directivos del pósitos coruñés y representantes de los mariscadores de a pie, explican que los puntos de contaminación que existen en la ría son continuos. Aseguran que este, el de Monelos, «lleva aquí toda la vida sin que el Ayuntamiento de A Coruña haga nada». Y explican también que son muchas las empresas que vierten directamente al río «desde el polígono de A Grela hasta el puerto». Una afirmación con la que no está de acuerdo la Autoridad Portuaria, que asegura que se están realizando estudios al respecto y puede confirmar que «la gran mayoría de los vertidos que hay al río Monelos no proceden de empresas ubicadas en el recinto portuario coruñés».
Estos profesionales no ocultan su malestar con la decisión de la Xunta. Aseguran que su decisión carece de lógica. En cambio, la Administración gallega cree que esta medida permitirá que los mariscadores vuelvan a tener ingresos económicos por su actividad. Y argumenta que en la parte externa de la ría se ha detectado una reducción de los niveles de contaminación por coliformes. Esto es algo incomprensible para los mariscadores.
El vertido del río Monelos se encuentra en una zona cerrada al marisqueo que comprende desde la torre de Hércules hasta la playa de Mera y que limita con el área en el que la Xunta permitirá la extracción de marisco para su consumo en fresco: «Eso provocará que las mareas arrastren la contaminación a la nueva zona», asegura Santiago Vázquez.
Vertidos pendientes
Pero este no es el único foco contaminante. «Los vertidos son constantes. Llevamos denunciando vertidos desde el 2007 y esas demandas todavía están pendientes en los juzgados», afirma el mariscador coruñés, al tiempo que recuenta los vertidos que llegan al río Quintás y que siguen sin solución.
Los fangos de los fondos de la ría también son un problema para los profesionales. Dicen que cada año, el lodo avanza más, reduciendo el espacio de producción para la almeja. Y critican que el emisario de Bens vierta al día «un millón de metros cúbicos de aguas fecales al mar». Una situación que creen insostenible y que les ha llevado a mantener una reunión con los parlamentarios Carlos Negreira y Bieito Lobeira para tratar de solucionar este problema.
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