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La Voz de Galicia

GALICIA


Un vigués prueba que la polución ha disparado la acidez del Atlántico


01/06/2010 | Angel Paniagua
| VIGO


El proceso está provocado por el hombre y tiene consecuencias negativas sobre el ecosistema marino

El océano Atlántico es un mar cada vez más ácido. La acción humana contamina la atmósfera. La capa de ozono está dañada por la polución y el hombre ha provocado una subida de temperaturas que se conoce como cambio climático. También afecta a los mares. El dióxido de carbono (CO2) penetra en las aguas marinas y, en el caso concreto del Atlántico norte, ha potenciado su nivel de acidificación desde 1980.

No es un dato gratuito. Tiene consecuencias sobre los organismos vivos, sobre todo las conchas. Así lo demuestra la tesis doctoral del investigador vigués Marcos Vázquez, que trabaja en el Instituto de Investigaciones Marinas que el CSIC tiene en Bouzas. Según explica, las conchas se forman gracias a un ión llamado carbonato, presente en el agua. La acidificación reduce su presencia en el mar e impide que los organismos se formen correctamente.

Además, rebaja las velocidades de crecimiento de organismos como larvas de erizo, hace caer la tasa de supervivencia, mina el éxito reproductivo y, en general, dispara las malformaciones. En resumen, afecta muy negativamente al nivel más bajo de la cadena trófica (el fitoplancton y el zooplancton), lo cual acaba teniendo repercusiones sobre los peces y, en último caso, sobre el propio hombre.

Un proceso natural

«El Atlántico norte es uno de los principales sumideros de carbono antropogénico [provocado por el hombre]», dice el científico del mar, del grupo de oceanografía. El CO2 ya se disolvía de forma natural en el océano antes de que se empezara a producir lo que se conoce como cambio climático. Es un proceso natural que se produce por el simple contacto del aire y el agua del mar. Por eso la superficie del mar es más ácida que el fondo.

Pero además, el Atlántico norte está detrás de los procesos más importantes de formación de masas de agua y es «uno de los motores de la circulación oceánica global», es decir, es el responsable de que el agua se mueva, según el investigador. Por eso tiene tanta trascendencia que sus aguas se hayan vuelto cada vez más ácidas a causa del hombre: porque su alcance es global.

Entre el 25 y el 30%

En las tres últimas décadas ha crecido notablemente esta acidificación. Marcos Vázquez explica que el 45% del dióxido de carbono emitido por el hombre a la atmósfera se queda en ella, entre el 20 y el 25% queda almacenado en la vegetación gracias a la fotosíntesis y entre el 25 y el 30% se disuelve en los océanos.

El océano, además, contribuye a paliar el cambio climático. Lo hace porque absorbe el dióxido de carbono del aire. Sin embargo, el aumento de la contaminación de la atmósfera ha provocado un efecto negativo. El mar combate el calentamiento global asimilando más CO2 que antes. Pero al mismo tiempo ese fenómeno provoca más niveles de acidez en las aguas atlánticas.




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