El plan comprometido por el Gobierno de Feijoo para meter en cintura la Administración paralela, que por su expansión continuada se ha convertido en el lastre más pesado y costoso de la gestión autonómica, se pone en marcha con unos objetivos ambiciosos en el número de entes a suprimir pero modestos en lo realmente sustantivo, que es el ahorro que aportará la operación.
El presidente de la Xunta anunció ayer que la primera fase del plan, en el que su Gabinete ha analizado 64 de los 146 organismos adheridos a la Administración autonómica, permitirá meter la tijera a 48 entes que duplican funciones que ya desempeñan otros departamentos. Esa racionalización implicará un ahorro estimado de 10 millones de euros al año, lo que representa el 7% de los 144 millones que suman en las cuentas de este ejercicio las asignaciones presupuestarias de esas 48 fundaciones, sociedades y agencias. La previsión es modesta porque la Xunta suprimirá esos entes, pero no los servicios que prestan ni el grueso del personal que los atiende (370 trabajadores), que en su mayoría será recolocado. Se trata de eliminar solapamientos.<(p>
Feijoo subrayó, al término de la reunión del Consello de la Xunta, que este proceso propiciará una Administración «máis eficaz, máis eficiente e menos custosa», dentro de su compromiso de gastar menos en el funcionamiento de la maquinaria burocrática y más en los ciudadanos. De los 48 entes sentenciados, en la primera fase de un plan que prevé culminar al 90% en el plazo de un año, la Xunta suprimirá 42, integrará tres en otros órganos, reformulará dos y se desvinculará de uno.
Los 42 que desaparecerán serán las 34 fundaciones comarcales, la Fundación Galicia Emigración, el Servizo Galego de Igualdade, la Axencia Humanitaria de Galicia, la Fundación Galega para a Sociedade do Coñecemento, la Fundación Milenio, la Fundación Galega para a Prevención de Riscos Laborais, la sociedad Autoestrada Alto de Santo Domingo-Ourense (Aceousa) y la Fundación Centro Superior Cinexético e Piscícola. Los tres organismos que desaparecen al integrarse en otros entes serán el Instituto de Estudos Turísticos, que pasará a Turgalicia; el Banco de Terras de Galicia (Bantegal), que formará parte de la Axencia Galega de Desenvolvemento Rural (Agader); y el Centro Tecnolóxico das Industrias Lácteas (Cetil), cuya fusión con el centro similar dependiente del Ministerio de Medio Ambiente ya está negociando la Xunta.
Además, el Gobierno refundirá y reformulará el Consorcio Galego de Servizos de Igualdade e Benestar y la Fundación para o Fomento da Calidade Industrial. Por último, se desprenderá de su participación en la Sociedade Galega de Servizos Sociais. El conselleiro de Presidencia, Alfonso Rueda, aseguró que el plan y su impacto en los 370 empleos serán analizados con los sindicatos. Feijoo matizó que, en todo caso, los funcionarios y el personal fijo no se verán afectados.
La Administración paralela de la Xunta vivió en la etapa de los Gobiernos de Fraga su principal expansión, aunque ni el bipartito ni el actual Ejecutivo clausuraron esa vía.
El Gobierno de coalición PSdeG-BNG heredó de la gestión de Fraga 117 entidades. En ese paquete se encuentran la mayor parte de las 48 que ahora prevé suprimir Feijoo, como las 34 fundaciones comarcales, la Fundación Galicia Emigración, la Axencia Humanitaria de Galicia y la sociedad Aceousa, entre otras. Claro que, entre las que desaparecerán también figuran aportaciones del bipartito a la galaxia de los chiringuitos, como la Fundación Galega para a Sociedade do Coñecemento, creada por Touriño; la Sociedade Galega de Servizos Sociais, impulsada por el BNG y de la que ahora quiere desvincularse la Xunta; el Instituto de Estudos Turísticos, también de cuño nacionalista; y el Bantegal, otra aportación del Bloque que el actual Gobierno integrará en Agader.
Fundaciones sanitarias
Aunque el bipartito siguió nutriendo la Administración paralela, también suprimió entes. En algún caso, para crear otros, como el Instituto Galego das Artes Escénicas e Musicais (Igaem), que dio lugar a la Axencia Galega das Industrias Culturais. En el ámbito sanitario, la Xunta anterior completó la liquidación de las fundaciones, pero dio músculo a sociedades como el Medtec, que pasó a denominarse Galaria, Empresa Pública de Servicios Sanitarios S.?A., con nuevos estatutos y atribuciones.
Tampoco la supresión por el Gobierno de Feijoo impedirá la creación de otras nuevas, como la que resultará de la fusión de Augas de Galicia y de la empresa de obras y servicios hidráulicos.
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