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GALICIA

20/04/2010 | Iván Xil | OURENSE


Iberdrola inicia el vaciado del Sil


El nivel descenderá hasta los cinco metros para efectuar los trabajos de ampliación de la central eléctrica


Vista general del embalse de Santo Estevo. Daniel Atanes

El polémico proyecto de ampliación de la central de Santo Estevo (Nogueira de Ramuín), para crear un segundo aprovechamiento hidroeléctrico en esta zona protegida de la Ribeira Sacra, comenzó ayer su cuenta atrás. El paulatino vaciado del embalse se prolongará durante los próximos 30 días hasta reducir el nivel del agua a los cinco metros, a razón de unos cuatro centímetros por hora. Durante el primer día se desalojaron cinco hectómetros cúbicos de agua, lo equivalente a cinco mil millones de litros.

Las previsibles consecuencias de esta torrencial descarga han levantado la voz de alarma de diferentes entidades sociales y políticas afectadas, desde ecologistas, pescadores y viticultores, hasta Diputación y Concello de Ourense.

La concellería de Termalismo de Ourense ya ha solicitado una reunión con la Comisaría de Aguas de la Confederación Hidrográfica Miño-Sil para "coñecer cal será o caudal do río Miño na zona termal porque temos unhas obras xa licitadas na zona manantial do Tinteiro que precisan unha baixada do nivel das augas para poder executarse", explica la concejala Ana Garza.

La edil nacionalista tampoco esconde sus temores a que se repitan las imágenes del pasado invierno con inundaciones en las zonas termales: "Cunha subida de catro metros é suficiente para que todo quede anegado". Además del vaciado del embalse de Santo Estevo se suman otros factores a tener en cuenta, como son "o desxeo dos acuíferos nestas datas e o desaloxo de auga no encoro de Castrelo", por lo que Garza solicita una resolución del conflicto a varias bandas.

El Comisario de Aguas de la Confederación Hidrográfica del Norte, Xoan Novoa, desmintió cualquier tipo de subida de caudal más allá de lo "habitual para estas épocas del año". El embalse de Santo Estevo expulsará entre 300 y 400 metros cúbicos de agua por segundo, una cantidad que se sitúa muy por debajo de los 1.500 metros cúbicos por segundo que llegó a tener el caudal del Miño durante los días de invierno con mayor acumulación de lluvias, explica el técnico de la CHMS. En caso de volver a producirse fuertes lluvias, Novoa apunta que no se dudaría en paralizar el vaciado, por lo que niega con rotundidad cualquier posibilidad de que se originen inundaciones.

Las principales preocupaciones de los colectivos ecologistas se centran en el descenso de la temperatura del agua, que "dañará la flora y fauna del río", explica Xan Carlos Fernández, responsable comarcal de Adega. Fernández coincide con los colectivos de pescadores en que se producirá un arrastre de lodos y materia orgánica perjudicial para la vida piscícola.

La mayoría de las entidades critican el deterioro de la imagen turística de una zona que pretende ser proclamada Patrimonio de la Humanidad. El cese del catamarán de la parte lucense es uno de los principales prejuicios, cuya alternativa será un tren turístico que recorrerá la Ribeira Sacra desde Monforte de Lemos a Ourense.




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