El alcalde de Nigrán, Alfredo Rodríguez Millares, envió ayer un fax a la Subdelegación de Pontevedra para pedir el auxilio de la fuerza pública para garantizar la seguridad durante el pleno convocado para este mediodía.

Delfín Fernández ha cursado instrucciones oportunes a la Comandancia de la Guardia Civil para que colaboren y apoyen a la policía local para evitar que se produzcan alteraciones de orden público «y se garantice el libre y pacífico ejercicio de los derechos y libertades constitucionales».

El Subdelegado del Gobierno mostró ayer su perplejidad por que el alcalde afirmara en su última declaración institucional que el requerimiento de efectivos hecho el martes para garantizar la correcta celebración del pleno cayeran «en saco roto». Delfín Fernández afirmó que el regidor de Nigrán faltó a la verdad, puesto que no hubo ningún requerimiento, ni verbal ni escrito, en ese sentido. Dijo además que el alcalde tampoco realizó ninguna petición durante la junta local de seguridad que se celebró esta semana con la presencia de un vocal acreditado de la Subdelegación y el jefe de la Comandancia.

No obstante, por propia iniciativa de la Subdelegación del Gobierno, durante el pleno del miércoles se llevó a cabo un discreto dispositivo compuesto por 17 efectivos que estuvieron preparados por si fuese necesaria su intervención. «Realmente no doy crédito a las declaraciones del alcalde, se quiere salpicar a la Subdelegación, cuando saben que siempre que piden auxilio estamos ahí porque es nuestro deber», señaló Delfín Fernández.

El pleno de hoy se prevé que sea tenso al igual que el del pasado miércoles. El alcalde finalmente se vio obligado a suspender la sesión ante los abucheos del público que abarrotó la sala. El regidor tiene hoy tiene previsto volver a presentar la misma propuesta para retirar el Plan General, por lo que se prevé que la jornada también estará dominada por las protestas, los gritos e insultos de vecinos.

El pasado día dos de junio los vecinos impidieron por la fuerza que el gobierno local pudiera aprobar el plan de urbanismo. Las asociaciones ahora también se oponen a que el alcalde logre su retirada porque creen que se trata de un aplazamiento temporal hasta después de las próximas elecciones municipales.