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GALICIA

24/02/2010 | X. A. TABOADA | SANTIAGO


El PSOE apoya la reforma de la Lei do Solo como gesto para un pacto por el territorio


La modificación legal inicia su trámite en el Parlamento con el voto en contra del Bloque y la abstención de los socialistas

El Parlamento inició ayer los trámites para aprobar la reforma de la Lei do Solo de 2002 que, entre otros cambios, permitirá recortar los plazos para el planeamiento, dar más competencias a los ayuntamientos, alargar la vigencia de las licencias para facilitar la construcción o abrir la mano al desarrollo urbanístico en los núcleos rurales. Pero en este caso el PP no caminará en solitario. A su lado tendrá, aunque con voz crítica, al PSOE, que decidió respaldar a la Xunta en la reforma de la ley, a pesar de que no le gusta, como un gesto para demostrar la solidez de su compromiso para alcanzar con el Gobierno gallego un gran pacto sobre el territorio destinado a sentar las bases que regirán el desarrollo del urbanismo en la comunidad durante décadas.

“Decimos sí al inicio de este trámite como muestra de la disposición a ese pacto”, declaró la diputada del PSdeG-PSOE Mar Barcón, quien insistió en que su apoyo es con condiciones, supeditado a la buena voluntad para alcanzar un acuerdo más amplio sobre el territorio, que incluiría las Directrices del Territorio, el Plan de Ordenación del Litoral y un nueva Lei do Solo. “Porque no aceptamos ni el alcance, ni el momento ni el contenido de la reforma de la Lei do Solo. Tendemos la mano, pero no a cualquier precio”, advirtió.

Por esta razón, el Bloque se quedó solo en su pretensión de que la Xunta retirara su proyecto de reforma –el PSOE se abstuvo–, al que ve como un mero instrumento para llevar al suelo rústico “el destrozo y la especulación que los gobiernos del PP practicaron con la costa”, en palabras de la portavoz de Territorio del BNG, Teresa Táboas.

Las críticas no hicieron efecto en el conselleiro de Medio Ambiente, Agustín Hernández, para quien la modificación de 44 artículos de la Lei do Solo (el 20% del total) resulta necesaria e inaplazable, aunque también “perfectible”, lo que se entendió como guiño al PSOE, en el sentido de estar abierto a los cambios que los socialistas propongan a través de las enmiendas.

“Es el momento de que Galicia apruebe la asignatura de la ordenación, la protección y la mejora del medio ambiente”, destacó el conselleiro. El titular de Medio Ambiente subrayó la “agilización” que supondrá de cara a la tramitación de los planes urbanísticos municipales. Y para argumentar su importancia, señaló que sólo 39 ayuntamientos cuentan con plan de ordenación, mientras que 66 carecen de él y, de los 247 restantes, “algunos llevan más de 30 años” tramitándolo.

También se mejora, según apuntó, la velocidad en la concesión de licencias en suelo rústico, ya que se reducen en un 60 por ciento las referidas a obras mayores y en un 80 por ciento, las menores. Para ello, se eliminan los tres meses de trámite para solicitud de la autorización autonómica, al tiempo que se reduce el tiempo de envío.

Destrozo

“No les llegó con destrozar los núcleos urbanos y el litoral”, fue la respuesta que le dio Táboas al conselleiro, convencida la diputada nacionalista de que la reforma de la Lei do Solo sólo servirá para llevar la “especulación” al suelo rústico. También censuró lo que a su juicio es una “dejación de funciones” por parte de la Xunta al ceder competencias a los ayuntamientos y una “amnistía general” porque se pretende legalizar las viviendas levantadas sin licencia y sobre las que no pese una orden de reposición de legalidad.

A pesar del apoyo socialista a la tramitación de la reforma de la Lei do Solo, Mar Barcón se mostró muy dura con el proyecto presentado por la Xunta. Al igual que Táboas, reprochó esa “amnistía general” y también que se acometa una reforma “puntual, cortoplacista y electoralista” sin aprobar antes las Directrices de Ordenación del Territorio.

“Nuestro apoyo a la tramitación no es un sí al texto ni al contenido, sino por la necesidad de que Galicia culmine la vergüenza de no haber cerrado el debate sobre el territorio 30 años después”, censuró la diputada socialista, quien ve las 45 enmiendas presentadas por su partido como una oportunidad para corregir las deficiencias que encuentra en la reforma.




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