Sin fiestas patronales y con sólo una hoguera que el gobierno municipal podría autorizar hoy mismo a un grupo de hosteleros del entorno. Panxón vivirá esta noche su San Xoán más austero, pero más vigilado al mismo tiempo. La pugna política en que se ha convertido la prohibición de las fogatas espontáneas a lo largo de Praia América ha desembocado en la distribución de panfletos anónimos que podrían incitar al caos en la zona. Ante esta situación, tanto el ayuntamiento como la Subdelegación del Gobierno en Pontevedra incrementarán considerablemente la presencia policial en el entorno. Cerca de cien efectivos tanto de la Guardia Civil como de la Policía Local, que sumarán más de sesenta, y de Protección Civil, Grumir e incluso personal sanitario velarán por las dunas en recuperación y por la salud de los asistentes desde la última hora de la tarde.
Lo que hasta hace una década era un agradable encuentro tradicional entre vecinos que disfrutaban de las sardinas y saltaban las llamas ha degenerado en macrobotellón arrasador que el año pasado destruyó el proyecto de recuperación dunar, además de ocasionar decenas de evacuaciones de jóvenes por comas etílicos y heridas en peleas. La situación obliga a las autoridades a organizar un dispositivo de seguridad sin precedentes, según recalcó ayer el alcalde, Efrén Juanes. Las patrullas comenzarán a controlar el entorno a partir de las nueve de la noche, hora en que supuestamente comienzan a llegar personas al arenal para pasar la noche más corta del año. Así, los agentes circularán por la zona para disuadir a los jóvenes de plantar fuego en cualquier parte de la playa y para evitar que utilicen partes del mobiliario urbano, como los postes que protegen las dunas, e incluso propiedades privadas, como marcos de ventanas y puertas en edificios en obras, para realizar sus fogatas, como ocurrió en anteriores ocasiones.
Otra de las importantes misiones de los efectivos será controlar la venta de bebidas alcohólicas a menores tanto por parte de los establecimientos comerciales de la zona como por parte de vendedores ambulante que, cada año, se colocan en el lugar de forma espontánea. Asimismo, tratarán de impedir la colocación de autocaravanas que se convierten en disco-bar con sólo una pequeña transformación. A la vigilancia de las fuerzas de seguridad, se unirá el control de los inspectores de Adeac, que determinarán la mañana del miércoles si Panxón y Praia América siguen siendo merecedoras de las banderas azules.
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