Las mariscadoras de a pie de Baiona dejarán de percibir a partir de este mes las ayudas de la consellería de Pesca para complementar la falta de ingresos que padecen desde hace tres años por la contaminación de la Foz del Miñor.

Así lo ha comunicado la conselleira en una reunión reciente que mantuvo con la ejecutiva provincial de cofradías y en la que estuvo presente el recién nombrado patrón mayor de Baiona, Fernando Leyenda. La difícil situación económica con la que que el gobierno de Feijoo ha tomado las riendas de la comunidad autónoma hace necesario eliminar estas subvenciones que tenían el objetivo de mantener ocupadas a las mariscadoras en labores de regeneración del litoral.

La pérdida de estos ingresos, deja en una situación incierta a estas profesionales del mar. Antes de que se impusieran las restricciones, trabajaban alrededor de 15 días al mes, mientras que ahora sólo salen cinco o seis y gracias a que las playas de Baiona están limpias. Son autónomas, deben pagar un seguro por su actividad y sin el apoyo de la Xunta ya no les compensa trabajar, «porque si lo hacemos es para ganar un sueldo», apunta la presidenta de la agrupación de mariscadoras, Mercedes Lema.

Fernando Leyenda confía en que vuelva a abrirse pronto el estuario al marisqueo para que no se pongan en peligro puestos de trabajo.

El estuario del río Miñor era la zona más productiva de las mariscadoras, de donde extraían la codiciada almeja fina, entre otras especies, y las ayudas que comenzaron a percibir tras su cierre apenas compensaban lo que ganaban trabajando en esta zona.

Lo que más lamenta la presidenta de la agrupación de mariscadoras es que durante estos tres años la situación de contaminación de la desembocadura del Miñor continúe siendo la misma.

La puesta en funcionamiento de la depuradora de Baiona tampoco resolverá el problema de la contaminación del estuario. Los pescadores de O Val Miñor han apuntado en varias ocasiones que la depuradora de Gondomar no funciona correctamente y que existen numerosos vertidos de aguas fecales al río Miñor por la falta de redes de saneamiento en localidades que dan a su cuenca, como Donas o Borreiros.

Por otra parte, la depuradora de Nigrán estuvo una temporada sin funcionar a principios de año debido a unas obras de mejora, lo que provocó vertidos a la bahía. Las mariscadoras continúan esperando un plan integral de saneamiento.