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GALICIA

21/12/2008 | Manuel Ansede | MADRID


"José María Aznar no sabe nada sobre ciencia"


El autor de uno de los informes más influyentes sobre cambio climático dice que el calentamiento podría causar una reducción del PIB mundial del 40%

El economista inglés Nicholas Stern (Hammersmith, 1946) reconoce, con un hilo de voz, que se equivocó al pronosticar que el cambio climático provocaría una catástrofe económica similar a la Segunda Guerra Mundial o a la Gran Depresión de 1929. En realidad, sostiene, “la recesión mundial podría alcanzar el 40% del Producto Interior Bruto global”, el doble de lo predicho. Stern, hijo de un judío alemán refugiado en Inglaterra tras la llamada noche de los cristales rotos, la antesala del Holocausto nazi, es autor del más completo informe sobre los efectos del calentamiento, encargado por el Gobierno británico. Recién llegado a Madrid de la cumbre sobre cambio climático de Poznan (Polonia) para dar una conferencia en la Fundación Rafael del Pino, el ex director económico del Banco Mundial admite sus dudas sobre que se pueda consensuar un nuevo contrato de reducción de emisiones de CO2 el año que viene en Copenhague.

¿Ha sido inútil Poznan?

No podemos decir eso. Poznan es un peldaño en el camino entre la cumbre de Bali de 2007 y la de Copenhague de 2009. Ha habido algunos avances. Uno es el acuerdo para sentarse a negociar. Esto significa que los países quieren plasmar sus compromisos en un texto. Y algunos países en vías desarrollo han aceptado discutir sobre la introducción de la captura y el almacenamiento de CO2. Además, la elección como presidente de EEUU de Barack Obama ha cambiado la atmósfera sobre un potencial acuerdo contra el cambio climático.

Parece que todo el mundo espera a Obama.

Sí, en este ámbito desde luego, en otros no creo que tanto. Obama ha elegido a Steven Chu, un premio Nobel de Física que ha estudiado tecnologías alternativas, como secretario de Energía. Yo veo una verdadera atmósfera de cambio.

Existen dudas sobre que se pueda llegar a un acuerdo en Dinamarca, porque el Senado de EEUU no votará a favor si China y Rusia no lo firman.

A ver qué pasa en Copenhague. No creo que China e India asuman obligaciones formales, pero crearán sus propios planes y pueden discutir sobre la reducción de emisiones en 2020. China puede avanzar con fuerza en sus planes de eficiencia energética, que comenzarán en 2011. Países diferentes ofrecerán soluciones distintas. Veremos movimientos, pero la cuestión es a qué velocidad se realizarán esos movimientos.

Rusia afirmó en la cumbre de Poznan que no firmará un acuerdo que perjudique su economía. ¿Si Rusia dice que no, EEUU dirá que no?

No necesariamente. Rusia ratificó el Protocolo de Kioto y EEUU, no. No tenemos por qué pensar que la contribución rusa será negativa, habrá que verlo. El papel de Rusia será importante, pero menos que la relación entre China y EEUU.

El secretario de la Convención de la ONU sobre cambio climático, Yvo de Boer, declaró, tras la cumbre de Poznan, que “las negociaciones serias empiezan ahora”. Pero ya dijo lo mismo tras la cumbre de Bali en 2007.

Bueno, posiblemente estaba utilizando una expresión ceremoniosa. En el lenguaje de la calle parece poco, pero en el lenguaje que se ha utilizado en esta convención no es poco. Quiere decir que avanzamos hacia un texto concreto, no a un borrador.

¿Volveremos a escuchar, después de la cumbre de Copenhague, que las negociaciones serias comienzan entonces?

Eso sería un fracaso.

¿Es posible que no se llegue a un acuerdo en Copenhague?

Es una posibilidad, y sería un gran problema para el mundo. El desafío es moverse rápidamente en 2009, tenemos una buena oportunidad, pero eso no significa que el acuerdo esté garantizado.

¿Cuáles son los principales obstáculos?

Necesitamos que se cree un clima de confianza entre EEUU y China. Y se conseguirá si EEUU toma medidas más fuertes para recortar sus emisiones y comparte su tecnología. Y EEUU confiará en China si disminuye su aumento de emisiones. Uno de los puntos de acercamiento sería que China avance en su plan de eficiencia energética. Cuando se reúnan Hu Jintao y Obama, como presidentes de China y EEUU, no esconderán este tema.

Tras la cumbre de Poznan, los países en vías de desarrollo afirmaron que los países ricos son tacaños, porque no ponen suficiente dinero para financiar la adaptación al calentamiento.

Los recursos dedicados a la adaptación deberán ser mayores que los que surgen de este tipo de cumbres. Hay que implicar a los presidentes y a los ministros de economía, no sólo a los de medio ambiente.

Entonces, ¿cree que existe tacañería en los países ricos?

Creo que los países ricos no están contribuyendo lo suficiente, con pocas excepciones, como la de los países escandinavos.

En la última cumbre de jefes de Gobierno de la UE se habló de reducir un 30% las emisiones, pero después la cifra desapareció y se quedó en el 20%.

Se hablaba de un 20% de reducción en cualquier caso y un 30% en el contexto de Copenhague.

¿Cree que es suficientemente ambicioso?

Me parece un acuerdo positivo.

La industria española quiere emitir CO2 sin pagar.

Todo el mundo quiere hacer todo gratis. Si te dicen que te van a dar las entradas para ver al Real Madrid gratis, las coges encantado. Pero hay que asegurarse de que la gente pague por el daño que hace. Es cierto que las empresas necesitan tiempo para hacer cambios, pero eso no es una razón para ralentizar el proceso. Nadie tiene derecho a emitir CO2 totalmente gratis.

Algunos científicos, como Richard Lindzen, y políticos, como el ex presidente José María Aznar, siguen dudando del cambio climático. ¿Qué opina de estas posturas?

Algunas de estas personas no saben nada de ciencia.

¿Se refiere a Aznar?

Por ejemplo. Si quieres saber sobre física nuclear, no hablas con políticos, sino con físicos nucleares. Y los climatólogos como Lindzen que niegan la importancia de este asunto son realmente muy pocos. El riesgo es grande y hay que actuar.




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