De las 400 fuentes públicas que hay registradas en Vigo, solo doce tienen asegurada la garantía sanitaria al proceder el agua de la traída. Cuatro están situadas en Lavadores, tres en Teis, dos en Sampaio, otras tantas en Sárdoma y una en Oia. El número se ha ido reduciendo, teniendo en cuenta que hace tres años eran 29 y en el 2008, quince. En ese tiempo también cambió el sistema de información al eliminarse los letreros que indicaban a pie de fuente si era apta para beber, lo que ahora genera confusión.
Atendiendo a los últimos análisis efectuados por el laboratorio municipal, un total de doscientas tienen agua no apta para el consumo humano. A estas se suman 143, que aunque cumplen con la legislación vigente, no ofrecen garantía sanitaria por no contener desinfectante residual. El resto, cerca de medio centenar, no se califican al no disponer de resultados analíticos o ser insuficientes por tratarse de fuentes secas, deterioradas o con malos accesos.
El laboratorio municipal controla la calidad de las aguas de los manantiales tres o cuatro veces al año. Esta circunstancia influye a la hora de garantizarla para el consumo humano, ya que si bien en el momento del muestreo puede presentar buena calidad, esta puede variar en poco tiempo y no ser detectada. Además, las aguas para consumo requieren de desinfección para garantizar su potabilidad.
Que se tenga constancia, el laboratorio vigués es el único de España que analiza el agua de un número tan elevado de manantiales. Sus calificaciones no siempre son tenidas en cuenta por los ciudadanos y no es de extrañar ver colas en fuentes tan populares como Romano, en Coruxo, pese a no ser apta para consumo, según los últimos análisis. Otra de las más conocidas es la de Fenosa, en Teis, que a pesar de no estar calificada como «no apta», no reúne garantías sanitarias.
Desde el laboratorio municipal se recomienda siempre consumir agua de la red pública de abastecimiento para evitar riesgos innecesarios. A la hora de determinar la no potabilidad tienen en cuenta, por una parte, parámetros químicos (un máximo de 50 mg/1 de nitratos) y, por otra, microbiológicos relativos a la presencia de bacterias del grupo coliforme. En este sentido, diferencia el Escherichia coli, indicador de contaminación por excrementos, y los coliformes totales. Aunque la presencia de estos últimos no supone riesgo directo para la salud, sí indica la existencia de contaminación que a veces puede tener lugar en el exterior.
Lavadores es la parroquia de Vigo con más caños (51), seguida de Cabral (con 47), Valadares (43) y Bembrive (41).
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