El paseo del Lagares, también conocido por los vigueses como «La ruta del colesterol», es transitado a diario por centenares de personas que disfrutan del entorno a pie o en bicicleta. El Concello presume de contar con un espacio privilegiado incluido en la red de senderos azules por Adeac, el mismo organismo que concede las banderas azules en las playas. Sin embargo, su abandono es patente.
No hay más que darse una vuelta por la zona para comprobar que los operarios municipales hace mucho que no pasan por allí con sus máquinas desbrozadoras. Los efectos de los duros temporales que azotaron la ciudad este invierno son notables todavía. Troncos caídos que atraviesan el río continúan en el mismo lugar desde enero. Otros, muy inclinados, amenazan con desplomarse en una orilla inaccesible lleva de maleza. El paso subterráneo que evita cruzar entre A Florida y la carretera de Camposancos, que se clausuró pro las inundaciones, continúa cerrado. Cerca, la hierba de la pradera con mesas a la altura de Citroën le llega a la gente por debajo de la rodilla y los roces entre los ciudadanos que van a pie y los que van en bicicleta son cada vez más, ya que el paseo está saturado y el Concello no previó la creación de un carril bici que evitara conflictos. La ruta del Lagares atraviesa «dominios» de varias asociaciones de vecinos, desde Castrelos a Coruxo, y los colectivos, tras recibir numerosas quejas, son conocedores de primera mano del abandono del paraje por parte del Concello vigués.
Manuel Guerra, presidente de la A.VV. Val do Fragoso, indica que llevan tiempo preocupados por este problema y de hecho, para hacer más fuerza, perfilan la creación de una plataforma «para acadar unha defensa máis efectiva e reclamar tanto a súa limpeza como a vixilancia do cauce do río e control da maleza».
Dimisión de Chus Lago
Coincidiendo con el Día Mundial del Medio Ambiente, las organizaciones ecologistas Amigos da Terra y Vedegaia solicitaron ayer a la concejala de Medio Ambiente, Chus Lago, que «por dignidade persoal» presente su dimisión. Los colectivos justifican su demanda en factores como su «empecinamento por manter aberto a toda costa Vigozoo», potenciándolo en vez de aprovechar la oportunidad histórica de cerrarlo avalada por la normativa europea o su ausencia en el diseño de políticas medioambientales de calado. «Os únicos programas desenvolvimos pola concellería foron o Camiño a Camiño (o proxecto estrela, e prácticamente o único) e recentemente a posta en marcha das hortas urbanas», indican añadiendo que los programas de voluntariado ambiental ya existían y que «calqueira técnico en medio ambiente deseñaría programas como o camiño a camiño ou a rede de hortas urbanas en apenas un par de meses».
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