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La Voz de Galicia

GALICIA


El juez obliga a demoler una empresa de aluminios en Oia


04/02/2014 | A. Martínez
| VIGO
   

El exconcejal de Urbanismo de Gondomar es socio de Aluminios Silleiro

La empresa Aluminios Silleiro tendrá que echar el cierre en Oia con 18 trabajadores por tratarse de una nave industrial levantada sobre suelo rústico. El Concello de Oia otorgó la licencia a los fundadores de la compañía, pero sin contar con la autorización de la Xunta, que era quien tenía las competencias urbanísticas al situarse en un lugar protegido por su valor forestal.

El inmueble se encontraba en una situación de dudosa legalidad y Eulogio Abeleira, autor de numerosas denuncias por irregularidades, lo puso de manifiesto en los juzgados. Los tribunales le acabaron dando la razón en el año 2010, cuando dictaron una sentencia ordenando su derribo. Los empresarios han intentado desde entonces retrasar el derribo presentando recursos. Ahora la sede de Aluminios Silleiro ha sufrido un nuevo varapalo judicial. En el último fallo, que es firme y sobre el que no cabe ninguna otra apelación, se confirma la sentencia y se dice a los infractores que no cabe ninguna indemnización antes de la demolición porque no contaban con el permiso de la Xunta antes de levantar la nave.

El empresario perjudicado por la licencia mal concedida es Alfonso De Lis Fiuza, antiguo edil de urbanismo de Gondomar, que hoy en día se encuentra apartado de la política y que recientemente fue condenado en Vigo por un delito de prevaricación administrativa durante su anterior gestión al frente del gobierno municipal.

A pesar del fallo judicial, el alcalde de Oia trabaja para intentar legalizar la nave industrial en el futuro Plan Xeral, que lleva ya más de diez años de tramitación.

El empresario afectado presentó en el Ayuntamiento un informe valorando en un millón de euros la cantidad en la que tendría que ser indemnizado en el caso de que tuviera que desmantelar las instalaciones, una cantidad inasumible para un ayuntamiento cuyo presupuesto roza esa cantidad.

Otro caso sonoro de licencias mal concedidas por el Concello de Oia es el Talaso, autorizado conforme a una ordenanza inexistente, y sobre el que también pesa una orden de derribo.




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