La depuradora del Lagares, en las tardes del sábado y del domingo, volvió a verter grandes cantidades de agua sin tratar a la ría. El hedor se propagó hacia el norte, percibiéndose ya desde la avenida de Europa y convirtiéndose en "insoportable" en la playa de Samil y el paseo fluvial. El Concello atribuye estas fugas a los trabajos de conexión de la estación al nuevo centro de transformación, instalado tras el incendio que el lunes quemó el anterior. Niega que se hayan producido nuevas averías, mientras que los operarios que ayer al mediodía trabajaban en el equipo móvil sí reconocieron una en la tarde del sábado.