La parroquia de Moneixas (Lalín) alberga el único aserradero de la comarca especializado en el trabajo con castaño. Una madera que copa el 90% de su producción distribuida por toda Galicia. Un logro gracias a su fundador, Manuel Riádigos, más conocido como 'O Carriento'. Ahora jubilado, todavía ostenta una gran sabiduría en el tratamiento de este árbol.
En la parroquia lalinense de Moneixas se encuentra un aserradero que, si bien pasa desapercibido como un negocio maderero corriente como los demás, marca la diferencia. Y es que nada más y nada menos que el 90% de su producción está conformada por castaño. Se convierte así en el único establecimiento especializado en el tratamiento de esta madera en la comarca de Deza. Gracias, eso sí, a la sabiduría y experiencia de su fundador, Manuel Adolfo Riádigos, de 82 años y más conocido como O Carriento.
Su relación con la madera viene de largo. Cuando él todavía era pequeño, su padre ya se dedicaba a la tala de árboles. Todo comenzó en un pequeño alpendre en A Xesta. Pero, ante la necesidad de espacio por el aumento del volumen de negocio, se le antojaba pequeño. Por lo que levantó un aserradero más grande en Moneixas. Desde entonces, allá por 1988, Manuel se dejó la piel en su trabajo hasta que se jubiló y la serrería pasó en noviembre del pasado año a manos de Luis González, empleado desde hace 25 años.
Aunque desde sus inicios trabajan también con nogal, cerezo o abedul, el castaño es su materia prima fundamental que transforman en tablones destinados a diferentes usos: muebles, porches, vigas... Distribuyen su producto por zonas de toda Galicia, aunque cada vez menos y más cerca. Algo que Manuel atribuye a diversos factores, pero en especial a "la importación de maderas tropicales que son más fáciles de cortar" y, por ello, también más baratas. En este sentido, añade que "antes todo el trabajo recaía en carpinteros, y ahora todo son muebles de aglomerado que monta uno mismo en casa". Asimismo, Luis indica que "a día de hoy la gente compra unos muebles en Ikea y al cabo de unos años los tira para comprar otros totalmente nuevos".
Y no es de extrañar que este serradero especializado en castaño se encuentre en la zona de Deza, cuando la Fraga de Catasós alberga ejemplares centenarios de esta especie considerados como los mejores de toda Europa. Entre robles y alcornoques, algunos llegan a alcanzar los 30 metros de altura y cinco de perímetro. Su porte distinguido los convierte así en los más esbeltos del territorio europeo.
Pero no solo aquí, sino que la masa arbolada de castaños inunda toda nuestra comarca. Un hecho del que "no se saca todo el partido que se debiera", según el agente forestal Miguel Agulló. Apunta que "estos árboles requieren de un especial cuidado" que, en general, se pasan por alto. Especialmente, en cuanto a poda y correcto cicatrizado se refiere. Lo que provoca que muchos ejemplares se vean afectados por enfermedades que, de no ser retirados, acaban contagiando a otros.
Un especial tratamiento y cuidado de estos árboles de los que Manuel es un gran experto. Miguel, que tuvo oportunidad de compartir alguna jornada de trabajo con él, asegura que "viendo un árbol de pie, sabía perfectamente como estaba de salud". Como él dice "todos los aserraderos talan castaños, que no es lo mismo que ser un especialista en trabajar con ellos".