Tras casi tres jornadas de trabajo en Oia y O Rosal, donde aún ayer los rebrotes mantenían vivo el incendio que se originó el lunes en Burgueira, dos nuevos fuegos se iniciaron anoche en Gondomar y Tomiño. Hasta tres focos distintos podían observarse ya a las 22.00 horas en una misma área en la que confluyen ambos municipios.
Uno de los fuegos se declaró en el monte da Resada, en la parroquia gondomareña de Couso, y otros dos se propagaban por el monte Tetón, en Tebra (Tomiño) llegando incluso, según testigos, a extenderse a Malvas, en Tui. Éste último está controlado desde las 5.31 horas.
Según las primeras estimaciones provisionales apuntadas por la Consellería do Medio Rural, este fuego ha afectado a unas 55 hectáreas. En su control han trabajado tres agentes, nueve brigadas, siete motobombas y una pala.
El incendio se inició en tres focos distintos de la parroquia de Tebra y ha causado daños en algunos petroglifos del Monte Tetón, según ha confirmado a Europa Press la alcaldesa de esta localidad, Sandra González.
El fuego se inició en tres puntos distintos lo que, según la regidora, lleva a concluir que "fue claramente intencionado". Las llamas fueron controladas de madrugada y, a primera hora de la mañana, el fuego ha quedado extinguido, según ha dicho la alcaldesa.
Sin embargo, pese a la rápida actuación de los servicios de extinción, no se ha podido evitar que las llamas alcanzasen algunas zonas de importancia arqueológica en el Monte Tetón, donde hay unos 200 petroglifos de diferentes tamaños, datados en la Edad de Bronce.
Sandra González ha destacado la cantidad de medios humanos y mecánicos que trabajaron para sofocar las llamas, y la presencia, además de los efectivos del dispositivo anti incendios coordinados por la Xunta, de voluntarios entre los vecinos y comuneros de la zona.
Por otra parte, fuentes de la Policía Local de Gondomar (Pontevedra), también han confirmado que se ha declarado un fuego a primera hora de la mañana en la zona del polígono industrial de A Pasaxe, en la parroquia de Vincios. Las llamas han sido controladas y no se han producido daños personales.
Refuerzos y vecinos
Varios coches bomba y efectivos de extinción se desplazaron a ambas zonas forestales, a las que también acudieron vecinos para ayudarles a frenar el avance del fuego, que al cierre de esta edición se encontraba aún lejos de núcleos de viviendas. De nuevo de noche, como el registrado 24 horas antes en Ribeira.
Los dos incendios se sumaban así al que todavía continúa activo, aunque estabilizado, en los municipios de Oia y O Rosal, donde ayer se reavivaron los rescoldos en decenas de puntos. La Consellería de Medio Rural, que desactivó el nivel 1 de alerta al no haber riesgo para las viviendas, corrigió su estimación inicial de hectáreas quemadas de 1.200 a 1.850. El alcalde de Oia ya había advertido que al final serán más de 2.000 las hectáreas de monte devastadas.
El grueso de los medios aéreos ya no se incorporaron a las labores de extinción por la mañana, a excepción de dos helicópteros de la UME que realizaron descargas de agua en las zonas más activas. Los efectivos del Ejército abandonaron por la noche la zona, en la que ayer actuaron 150 militares, que, entre otras acciones, extinguieron a mediodía un nuevo foco en el casco urbano de O Rosal cerca de bloques de viviendas. Por la tarde se realizó también una quema controlada del monte en Acevedo (Oia). El fuego rebrotó en varios puntos. En O Folón incluso con virulencia.