Los diversos proyectos hidráulicos que se han anunciado o escondido en los últimos meses para varios ríos del entorno de A Coruña guardan sorpresas. Cuando hace un año Augas de Galicia anunció un trasvase de agua del lago artificial que cubre la antigua mina de Meirama hacia el embalse de Cecebre, que abastece a la población de la ciudad, no quedaba clara su necesidad. Ahora se sabe que a la central hidroeléctrica que se quiere construir en esa canalización entre Meirama y Cecebre se podría sumar una segunda turbina, esta en la propia presa de Cecebre, junto a la toma que lleva agua potable a todos los grifos de la ciudad.
Los ecologistas ya alertaron en su momento del riesgo que supondría que el agua de Meirama, que está en contacto con minerales de la antigua cantera de lignito, llegue a Cecebre y se use para consumo humano. Ahora, la ONG Ríos con Vida recuerda que el embalse de Cecebre ya incumple con los requisitos ambientales de su concesión de 1976, porque carece de escala para peces que les permita remontar el río. La presa capta más agua del río de la autorizada en la concesión, por lo que la organización presentó una denuncia ante la Fiscalía de Medio Ambiente y asegura que ha sido admitida a trámite.
A esa presa ya irregular es a la que, critican Ríos con Vida y el BNG coruñés, se le quiere instalar una central hidroeléctrica, la primera del embalse y la segunda en conocerse del entramado hidráulico Meirama-Cecebre que se está desvelando. En Cecebre existe una concesión de finales de los 90 para una hidroeléctrica que nunca se instaló. Ríos con Vida considera ilegal que ahora se pueda hacer una central amparándose en aquel permiso. Aquella concesión pertenece a una de las muchas empresas del grupo Fergo Galicia, con hidroeléctricas en varios ríos. El BNG critica que Fergo, acrónimo de Fernández Gómez, es la “empresa matriz del hólding que posee la familia de la concejala de Cultura”, Ana María Fernández Gómez. La edil, tercera teniente de alcalde, reconoce en su declaración de bienes, y ratifica el Registro Mercantil, que posee el 16,6% de Minicentrales Bouzavella SL, también del grupo Fergo.
El 12 de septiembre del año pasado, en un Pleno municipal, el portavoz del BNG, Xosé Manuel Carril, preguntó al gobierno local si se iba a instalar esa central en Cecebre. Julio Flores, compañero de Fernández Gómez, lo negó y aseguró que la concesión nunca ejecutada por la que le preguntaba “se trata de una minicentral que no se llegó a desarrollar porque prevaleció el interés público del suministro de agua sobre el interés privado”, añadiendo que “seguirá sin construirse”. Pero un mes después de aquella negativa del gobierno local, el 26 de octubre, Minicentrales Eléctricas de Galicia SL, del grupo Fergo, pidió a la Xunta permiso ambiental para tender el cableado que conecte esa aún inexistente central de Cecebre a la red de Unión Fenosa. Pese a que la Dirección Xeral de Conservación da Natureza advirtió de que 80 de los 545 metros de esa conducción afectarán a un espacio protegido de Red Natura, la Consellería de Medio Ambiente la autorizó el pasado 27 de mayo sin evaluar su impacto ambiental. Fue lo mismo que había hecho cuatro meses antes al autorizar, también sin analizar su impacto, el trasvase de Meirama a Cecebre y su correspondiente hidroeléctrica intermedia.
A estas alturas, la hidroeléctrica de Cecebre, que según el PP coruñés nunca se haría para que prevaleciese el interés público del suministro de agua sobre el privado, tiene todo a su favor. Ya cuenta con permiso para su conexión a la red y tiene asegurada más agua para convertir en electricidad gracias al trasvase de Meirama a Cecebre.