Los siete aerogeneradores del parque eólico Merendón, entre los municipios de Oia y O Rosal, están algo más cerca de incrustarse entre dos futuras zonas protegidas de la Red Natura 2000, las de Serra da Groba y Costa de Oia. La Consellería de Economía e Industria acaba de iniciar la exposición pública durante un mes de un proyecto que pretende instalar los molinos justo en los únicos huecos posibles que dejarán los nuevos espacios naturales.
Las futuros Lugares de Interés Comunitario (LIC) Costa de Oia y Serra da Groba e Monte de Valga, a incluir en la próxima ampliación de la Red Natura 2000, se orientan de norte a sur a lo largo principalmente del municipio de Oia. Hay puntos en los que los límites de ambas zonas protegidas están separados apenas un kilómetro y medio en línea recta. Pero en medio quedan algunos espacios sin proteger, que son justo los elegidos por la empresa promotora del proyecto para instalar sus generadores.
Tiraventos SL es la impulsora de los siete molinos del parque Merendón, en los que prevé invertir 23,5 millones de euros para producir 21 Megawatios. Para ello tramita ante la Xunta la expropiación de diversos terrenos de las comunidades de montes de Santa María de Oia, O Rosal y Loureza en parte ocupados por pinares y en los que a día de hoy pastan cientos de caballos salvajes. De hecho, el curro de Valga quedará ubicado justo en el centro de los aerogeneradores. Pero los molinos no solo están muy cerca de espacios naturales protegidos sino también de elementos patrimoniales. Al menos uno de los generadores será claramente visible desde el pequeño núcleo de Oia, justo sobre su monasterio del siglo XII, como recoge incluso la empresa promotora en un fotomontaje. Y las canalizaciones eléctricas pasarán bajo caminos forestales ya existentes dentro del área de protección (menos de 200 metros) de dos petroglifos y una mámoa.
Este es el segundo proyecto eólico en la zona, ya que en la misma Serra da Groba, algo más al norte, entre Baiona y Oia, el parque eólico Albariño I, promovido por Eurovento y cuya tramitación se inició en 2007, pretende instalar otros 11 generadores también incrustados entre las mismas dos zonas de Red Natura. Para ello ya cuenta con el visto bueno ambiental de la Xunta pese a las protestas de diversos colectivos de la zona.