El apoyo al Hotel Balneario Talaso Atlántico de Oia parece unánime entre empresarios de la provincia y alcaldes de los municipios del entorno frente a la orden judicial de derribo que pesa sobre la instalación ubicada en la zona de As Mariñas, parroquia de Mougás. Así lo manifestaron ayer el presidente de la Confederación de Empresarios de Pontevedra, José Manuel Fernández Alvariño, y el propio alcalde oiense, Alejandro Rodríguez, en una comparecencia pública junto al presidente del consejo de administración de la empresa hostelera, Jesús Pérez Gil. Todos ellos reclaman una solución a la Xunta para salvar el establecimiento de la piqueta, pese a ser el propio Ejecutivo gallego el que pide la demolición a los tribunales.
Hace un mes que se conoce el fallo del titular del Juzgado de lo Contencioso Administrativo de Pontevedra, que ordena al Concello de Oia, a instancias del propio Ejecutivo gallego, la demolición forzosa del edificio antes de que termine este año. En caso de que el derribo no llegue, añade el auto judicial, el propio alcalde deberá asumir multas coercitivas de 1.500 euros o una cantidad mayor con cargo a su patrimonio personal. El requerimiento responde a una sentencia del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia que anuló las licencias municipales del inmueble en 2009.
Ante los seis meses de incertidumbre que afronta el establecimiento, el presidente de la patronal pontevedresa mostró su respaldo al proyecto y defendió "un complejo de gran importancia no solo para la zona donde se ubica sino para toda Galicia". Por eso afirmó "no entender" que no se busquen fórmulas para salvarlo.
El regidor insistió en que el proyecto del Talaso "es el mejor de toda España". "Es un referente para Galicia y, en especial, para las comarcas del Baixo Miño y el Val Miñor", recalcó. Así, aseguró que hará "todo lo posible" por impedir la demolición y la solución podría llegar, a su juicio, a través del Plan Xeral en tramitación. Alcaldes de estas zonas como el de Baiona o A Guarda también han manifestado su apoyo por escrito al negocio.
También a través de cartas al presidente de la Xunta han mostrado su preocupación por el asunto la Confederación de Empresarios de Hostelería de Galicia, la Federación Provincial de Empresarios de Hostelería de Pontevedra, la Asociación de Empresarios de Oia, la de A Guarda y la Federación de Empresarios de O Baixo Miño. Todas reclaman a Núñez Feijóo que "haga todo lo que está en su mano para evitar que una empresa tan importante para el desarrollo turístico y termal de Galicia se pueda demoler o cerrar y preserve los 70 puestos de trabajo directos y 200 indirectos que genera".
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