Entre los trenes que dejaron de circular ya el pasado domingo y los que pararán a finales de este mismo mes Galicia perderá 50 de los 485 servicios semanales internos que prestaba Renfe, el 10,3%. En realidad, los servicios regionales suprimidos han sido muchos más, pero la empresa ha paliado parte de ese recorte con más trenes a Madrid, que permiten mantener en gran medida las comunicaciones entre las principales ciudades gallegas. Pero los trenes que quedan han dejado de tener tantas paradas intermedias, lo que supone el cierre de 22 pequeñas estaciones sin apenas viajeros y que varias decenas más pasen a tener una única parada al día. La principal línea afectada es la Ourense-Puebla de Sanabria, cuyos 14 servicios semanales, uno diario en cada sentido, desaparecerán a finales de mes.
Fomento entiende que ya no cumple su función de servicio público porque su baja demanda la hace insostenible y la Xunta de Galicia garantiza que las diez estaciones que quedarán sin ningún tren disponen al menos de un autobús alternativo al día.
En el resto de líneas, en todas menos entre A Coruña y Vigo se han suprimido servicios regionales con paradas intermedias, paliados en parte por los nuevos trenes a Madrid, que solo se detienen en las ciudades. Del cálculo entre servicios regionales suprimidos y nuevos de larga distancia implantados se obtiene que se ha perdido un tren diario entre A Coruña y Ferrol y dos trenes diarios entre Santiago y Ourense, línea esta última en la que hace un año y medio se inauguró el AVE directo sin paradas y ahora se implantan servicios de más corto recorrido entre Ourense y O Carballiño. A cambio, con los nuevos trenes de larga distancia, las ciudades de Vigo, A Coruña, Santiago, Pontevedra y Ferrol tendrán dos servicios diurnos a Madrid, Ourense dispondrá de tres y Lugo estrenará su primera conexión con la capital. Pero el principal avance de los nuevos trenes es que al menos uno llega a Madrid a primera hora de la tarde, permitiendo así los transbordos, algo que no sucedía hasta ahora ya que el único convoy vespertino existente llegaba a la capital ya entrada la noche.
Las 22 estaciones que se cierran este mes (11 el pasado domingo, 10 a finales de mes cuando se suprima la línea Ourense-Sanabria y una más, Pontevedra-Universidade, al finalizar el curso escolar) suponen el 22,5% de las 98 existentes hasta ahora en Galicia. De todos estos cambios nada comunicó Renfe a sus usuarios hasta que ya se habían iniciado, el pasado domingo, un retraso provocado por la decisión de última hora de Fomento de limitar el recorte de frecuencias inicialmente previsto. La web de la empresa pública no detalló correctamente todos los servicios hasta tres días y medio después de cambiarse.