Las máquinas regresarán al centro de A Ramallosa muy pronto. Concello de Nigrán y Diputación pondrán en marcha en los próximos días la sustitución de la pavimentación de piedra por asfalto poco más de tres años después de que el gobierno municipal anterior terminase el proyecto de humanización de la zona con una partida de 1,6 millones de euros procedente del Plan E. La memoria de los comerciantes, hosteleros y vecinos todavía guarda con desazón aquella "pesadilla" de seis meses de obras, hasta diciembre de 2009. Ahora temen el impacto de los trabajos en los negocios y en la vida diaria, aunque el alcalde, Alberto Valverde, garantiza que se prolongarán durante mucho menos tiempo, únicamente "unas semanas", y que la inversión no supera los 32.000 euros. Será el organismo provincial el que aporte esta cantidad a través de su plan de inversiones.
Lo que a pie de calle parece un "despilfarro", según señalan residentes y propietarios de locales consultados, es "todo lo contrario", en palabras de Valverde. Numerosos afectados no entienden que se "haya tirado el dinero" en mejorar las principales calles de A Ramallosa para embellecerlas para ahora asfaltarlas. Pero el regidor explica que esta medida supondrá un ahorro a las arcas municipales porque "el actual pavimento de estos viales genera unos gastos de mantenimiento muy elevados, ya que el material empleado no es apto para el tráfico pesado, por lo que requiere reposiciones y arreglos con excesiva regularidad, con el coste en materiales y recursos humanos que ello produce". "Se trata de un dinero público que ahora hay que emplear en solucionar la chapuza realizada bajo el mandato del PSOE", subraya.
La afección a la actividad económica y las molestias a los vecinos que ocasionarán los trabajos serán "mínimas", según insiste Alberto Valverde. Mañana mismo, representantes del gobierno, de la empresa que llevará a cabo los trabajos y agentes de la Policía Local se reunirán con los comerciantes de las calles Romana Baixa, Damas Apostólicas, Camiño da Cabreira y Tomadas para coordinar el inmediato comienzo de las obras "de manera que se perjudique en la menor medida posible", apunta.