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La Voz de Galicia

ECONOMÍA


Los países de la UE acuerdan prohibir los descartes de pesca con condiciones


27/02/2013 | EFE
   

El veto para las especies pelágicas se aplicará a partir del 2014. En el primer año de transición se aceptará un porcentaje de descartes de hasta el 9 %

Los ministros de Pesca de la Unión Europea (UE) han logrado un acuerdo tras una maratoniana reunión sobre la prohibición de los descartes prevista en la reforma de la Política Pesquera Común (PPC), en la que incluyeron un calendario flexible de aplicación y exenciones de porcentajes mínimos.

La Presidencia irlandesa de turno de la UE presentó pasadas las 04.00 GMT, tras cerca de veinte horas de negociaciones, una propuesta de compromiso en sesión plenaria que aceptaron todas las delegaciones a excepción de Suecia.

El acuerdo, casi unánime, otorga a la Presidencia el mandato para negociar la futura política de descartes con el Parlamento Europeo, que por su parte ya adoptó este mes su postura, muy a favor de medidas drásticas para frenar la sobreexplotación.

Partiendo de la base de que todos los países apoyan prohibir los descartes para avanzar hacia una pesca más sostenible, el debate principal de la reunión se centró en el calendario de aplicación de la obligación de desembarcar toda la captura y en la «regla de minimis», la aceptación de una cantidad limitada de descartes.

El ministro irlandés del ramo, Simon Coveney, señaló en una rueda de prensa al término del Consejo que la prohibición de los descartes se aplicará para las especies pelágicas a partir de 2014; en el mar Báltico, desde 2015; en los caladeros del noroeste y suroeste y en el mar del Norte, en 2016 y, en el Mediterráneo, en 2017.


Por lo que respecta a la regla «de minimis», en el primer año de transición se aceptará un porcentaje de descartes de hasta el 9 %, al igual que en el segundo, en tanto que se reducirá al 8 % a partir del tercer año y, desde el quinto, se establecerá en el 7 %.

España llegó al Consejo con idea de defender un retraso del calendario, una excepción «de minimis» de la obligación de desembarcar la totalidad de las capturas superior al 5 %, un porcentaje de flexibilidad entre especies y una exención para especies pelágicas capturadas por las flotas de merluza, gallo y rape y que resultan difíciles de conservar a bordo.

El Ministerio español de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente señaló en un comunicado que la prohibición de descartes entrará en vigor en 2016 (en vez de 2015) para la merluza, y a partir de 2019 (en lugar de 2018) para las demás especies accesorias en pesquerías demersales (gallo, rape y otras), lo que «permitirá a las flotas españolas adaptarse a las nuevas normas europeas».

En relación a la regla «de minimis», consideró que el porcentaje acordado permitirá a España «incluir los descartes de especies como el ochavo, la bacaladilla o el jurel», de difícil conservación a bordo de los buques cuando permanecen varios días en la mar.

El Ministerio destacó como elemento a favor de España que, cuando se deban desembarcar capturas de una especie de la que no se tenga cuota, podrá utilizarse a cambio hasta un 10 % de la cuota de otra especie objetivo, lo cual concede a la flota española acceso a especies que, hasta ahora, no podía desembarcar (bacalao, lenguado o merlán).

Indicó asimismo que, cada año, los Estados miembros podrán transferir para el año siguiente hasta un 10 % de las cuotas que no hayan utilizado, y apuntó que se prevé una subida generalizada de los totales admisibles de capturas (TAC), «ya que ahora se computará todo lo que se captura y no sólo lo que se desembarca».

La petición de más flexibilidad por parte de países como España chocaba frontalmente con la posición de estados como Alemania, Dinamarca o Austria, que pedían aplicar cuanto antes la prohibición. Precisamente, la idea de seguir admitiendo cierta cantidad de descartes ha hecho que Suecia no se sume al acuerdo, al considerar que «nos quedamos a medio camino» en el objetivo principal de eliminar los descartes.

Por su parte, la comisaria europea de Pesca, Maria Damanaki, aseguró ante los ministros que comprende «los problemas que van a afrontar algunos estados miembros, los ajustes por los que tendrán que pasar», ya que «van a tener que trabajar con su flota para aplicar estos cambios muy radicales».

No obstante, dejó claro que desde la Comisión «no vamos a abandonar nuestra flota, estamos aquí para ayudar y facilitar este ajuste», y garantizó que habrá «medidas de acompañamiento» y «dinero suficiente» para poner en marcha cambios, por ejemplo, en el sistema de congelación del pescado en los buques.




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