Acceso directo á nova.
Salvemos Monteferro
Nova 5376


La Voz de Galicia

GALICIA


La falta de depredadores naturales y los pinos dan alas a la oruga procesionaria


24/02/2013 | Antón Lois
| VIGO
   

Samil y O Castro son jardines céntricos en los que también se desarrolla la plaga


Una plaga forestal se extiende descontroladamente por nuestros parques, amenazando a los árboles y representando también un cierto riesgo para la población. En este caso no nos referimos al Concello sino a la procesionaria del pino.

Que cualquier especie incremente desordenadamente su número hasta convertirse en plaga es una ruptura del equilibrio natural, y por lo tanto un indicador de que algo falla unos cuantos eslabones atrás en la cadena ecológica. El equilibrio se fundamenta en la proporción entre el número de depredadores y el acceso al alimento. En este caso, su alimento aumenta a nuestro alrededor con centenares de hectáreas de monocultivos de pinos y sus depredadores naturales, especialmente las aves insectívoras, disminuyen víctimas de los pesticidas.

Niños y canes

El desastre está servido. Identificar la presencia de la procesionaria es sencillo pues sus nidos, similares a grandes bolas de algodón, son muy visibles en las ramas altas de los pinos. Esos nidos son refugios diurnos utilizados por la colonia de orugas para resguardarse del frío y la lluvia, proporcionarse calor y defenderse de los depredadores.

Las orugas pasan por distintas fases de desarrollo y es precisamente durante estas semanas cuando formando una columna (de ahí el nombre, por su similitud con una procesión) descienden al suelo para buscar un lugar en el que enterrarse y completar su metamorfosis, que las transformará en bonitas mariposas nocturnas. Este proceso, de unos bichitos por cierto de origen mediterráneo, tendría que producirse en primavera, pero la tendencia, por estas cosas del cambio climático, se va adelantando un poco más cada año.

Además de los cuantiosos daños que producen a los árboles de los que se alimentan, las orugas de procesionaria son también un riesgo para nuestra especie, fundamentalmente para los niños y personas sensibles a las que pueden, sin necesidad de tocarlas, simplemente por los pelillos urticantes que transporta el viento, provocarles serias urticarias.

Pero muy especialmente hay que tener gran precaución con las mascotas, sobre todo los perros, que encuentran irresistible acercar el hocico con curiosidad a la columna de orugas y les producen reacciones alérgicas e inflamaciones muy graves. Las clínicas veterinarias de la ciudad ya han lanzado la alerta para esta temporada. Es muy importante tener cuidado; cada una de esas simpáticas orugas está mejor armada que una división de infantería.

Disponen de nada menos que 500.000 cañones microscópicos capaces de lanzar aguijones venenosos a cierta distancia cuando se sienten amenazadas? y no necesitan mucha provocación para cabrearse. Por si fuera poco esos diminutos aguijones tienen forma de anzuelo, por lo que cualquier movimiento hace que profundicen más en la piel. La naturaleza es una maestra del diseño, especialmente diseñando mecanismos de defensa.

A nuestro alrededor

Siendo una especie asociada casi exclusivamente a los pinos es fácil evitar las zonas sensibles, fundamentalmente las repoblaciones de coníferas de nuestros montes periurbanos, pero no olvidemos, por ser zonas de paseo frecuente, que la procesionaria está muy activa estos días también en los parques, especialmente en O Castro, y mucho cuidado en los pinares de Samil.




Atrás
Nova Anterior Índice dos Recortes Nova Seguinte