La explanada de la terminal de cableros que la anterior presidencia del Puerto proyectaba embellecer con fuentes cibernéticas multimedia se convertirá en una amplia zona ajardinada con vistas al mar. El actual responsable de la Autoridad Portuaria, Ignacio López-Chaves, se decanta por una actuación bastante más modesta que la iniciada por su predecesora y que el Concello paralizó en 2010 por carecer de licencia municipal. "Tal como están los tiempos no parece razonable gastar dos millones de euros allí", razona López-Chaves, en referencia al coste del proyecto abortado.
Presupuestada en torno a 150.000 euros, la "humanización" de esa zona que defiende ahora Chaves fue diseñada por técnicos de la propia institución portuaria. De sencilla y rápida ejecución, consistirá en el ajardinamiento de todo el ámbito que dejó libre la demolición de la nave de cableros. Y en el "corazón" de esta extensión ribereña tendrá especial vistosidad el tramo central donde se encuentran los silos antiguamente utilizados para almacenar cable. Estos huecos se aterrarán dejando su superficie a una altura ligeramente superior a la del resto de la zona verde, y adornando su perímetro con especies vegetales resistentes a la acción del mar, además de bancos orientados hacia la Ría y O Berbés y una nueva iluminación.
El extremo lindante con el Edificios de Sesiones incluirá un espacio libre, sin ajardinar, revestido con un firme armónico con el entorno que se reservará para actos institucionales que organice el Puerto o bien actuaciones culturales u otros eventos propuestos por colectivos de la ciudad. La zona más próxima a la Estación Marítima se incluirá dentro del ámbito ajardinado si bien el presidente portuario quiere resaltarlo con la colocación de una pieza artística. "Barajamos varias posibilidades, una de ellas, es trasladar la escultura del reloj de sol que está detrás del edificio de la Xunta", revela.
En un principio, el Puerto se planteó dedicar buena parte de esta explanada al estacionamiento de autobuses para los cruceristas. Ahora descarta esa opción: "Habrá que ver qué solución podemos darle a esos autocares, porque aparcados allí afearía un fabuloso mirador a la Ría", razona.
En paralelo a la elaboración del proyecto para la explanada de cableros, la Autoridad Portuaria negoció con la empresa adjudicataria de la obra de las fuentes cibernéticas. Presupuestada, sin incluir el derribo de la citada nave, en 1,8 millones de euros, la cláusula de rescisión de este contrato reconoce a la empresa el derecho a cobrar el 6% del importe total de los trabajos que quedaron por hacer. "Faltan unos flecos para cerrar el acuerdo", admite López-Chaves. El presidente del Puerto quiere resolver esta cuestión en el plazo más breve posible para a continuación presentar el nuevo proyecto a la Gerencia Municipal de Urbanismo.
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