El proyecto del parque eólico de la Serra do Galiñeiro ya se encuentra a exposición pública en el Concello de Gondomar. La Xunta, a petición de la empresa promotora Terra do Vento, lo presentó esta semana para dar a conocer la declaración de utilidad pública de los terrenos afectados y su necesidad urgente de ocupación, así como para poner en marcha el plazo de alegaciones, que durará un mes. Aunque todavía no está claro cuándo podría iniciarse la construcción de la instalación, colectivos y partidos políticos del municipio calientan motores para una nueva ofensiva contra los aerogeneradores en lo que consideran un espacio singular desde los puntos de vista paisajístico, medioambiental y también económico. La zona más afectada del ayuntamiento gondomareño es el monte comunal de Vincios. Sus comuneros se oponen a la iniciativa, que coloca en sus terrenos cuatro molinos de viento y ocupa 400 hectáreas, el 60% de su superficie total de 678.
Los aerogeneradores de Vincios forman parte del conjunto de trece molinos que prevé el proyecto en Gondomar, Vigo, Porriño y Mos, cuya potencia total alcanza los 39 megavatios. La compañía prevé producir anualmente 11,96 gigavatios e invertir un total de 45,8 millones de euros en el parque eólico.
El presidente de la comunidad de montes de Vincios, Alberto Covelo, aseguró ayer que la entidad "no va a consentir" este "despropósito que usurpa" no solo la mayoría de los terrenos de los comuneros, sino que "ataca frontalmente" las iniciativas de cuidado medioambiental y de desarrollo sostenible.
"Nuestro monte ya es de utilidad pública porque desarrollamos proyectos de reforestación con especies autóctonas, de desarrollo sostenible del monte como plantaciones de maderas nobles y otros cultivos con los que creamos beneficios que se invierten de nuevo en el cuidado del monte. ¿Por qué se declara de utilidad pública oficialmente para que venga una empresa a sacar beneficios?", argumenta Covelo.
Así, la comunidad de montes, además de preparar alegaciones, anuncia que acudirá a la vía judicipal para frenar el parque eólico. "Deberá ser un juez el que decida si prevalece el interés forestal, paisajístico y la conservación del patrimonio arqueológico o la explotación por parte de una compañía privada", advierte.
Además de la riqueza ecológica y paisajística, la superficie afectada por el polígono de molinos alberga yacimientos prehistóricos como el conjunto de Auga da Laxe, que ofrece 26 inscripciones de armas de unos 4.000 años de antigüedad y está considerado uno de los hallazgos más importantes de Europa.
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