Once meses después de su aprobación en el Consello de la Xunta, el Consejo de Ministros dio luz verde en su reunión de ayer al Plan Hidrolóxico que impedirá de forma definitiva la apertura de 71 nuevas centrales hidroeléctricas en los sobreexplotados ríos de la cuenca Galicia Costa. Ese reglamento supone la denegación definitiva de los aprovechamientos que el Gobierno de Fraga autorizó en julio del 2005, cuando estaba en funciones, y que paró el bipartito. La Xunta de Feijoo se comprometió después en el nuevo plan a no otorgar concesiones que sumen más obstáculos transversales a los ríos en los que ya están operativas 74 minicentrales.
El nuevo Plan Hidrolóxico, que entrará en vigor tras su próxima publicación en el Boletín Oficial del Estado, deja abierta la puerta a la posibilidad de repotenciar esas instalaciones, aunque con requisitos más exigentes. La Xunta, que tiene pendientes solicitudes para incrementar la potencia de al menos 26 aprovechamientos, exigirá que esas obras no generen nuevos obstáculos en los cauces ni incrementos del agua embalsada. Esta giro proteccionista en la política hidráulica ya quedó de manifiesto con la denegación hace un año de la prórroga que solicitó Enel Unión Fenosa Renovables de la concesión de una minicentral en el río Vexo que expiró en diciembre del 2010 después de 75 años de explotación de sus aguas.
El Plan Hidrolóxico de Galicia Costa también impone nuevas obligaciones para las empresas que explotan los mayores aprovechamientos en la cuenca gallega y que tendrán que cumplir un caudal ecológico superior al 10 % en tramos concretos de los ríos que abastecen sus negocios. Además de las 74 centrales que funcionan en los ríos de competencia autonómica, otras 73 funcionan en los ríos de la cuenca Miño-Sil, que gestiona el Estado.
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