Una investigación internacional liderada por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha comprobado cómo las estructuras submarinas creadas por el hombre, como los puertos, estimulan la proliferación de medusas, fenómeno denominado como el efecto caballo de Troya.
Según el CSIC, los investigadores participantes observaron cómo en este tipo de superficies se han llegado a detectar hasta 100.000 pólipos por metro cuadrado con una mayor capacidad de producir medusas.
Para el investigador del Instituto Mediterráneo de Estudios Avanzados (centro mixto del CSIC y la Universidad de las Islas Baleares) Carlos Duarte, que dirigió el trabajo, «el aumento de las estructuras de origen antrópico está proporcionando hábitats para los pólipos, lo que podría ser un factor importante para explicar el aumento global de proliferación de medusas».
Así, un tipo de medusa, la especie Cotylorhiza tuberculata, presenta una densidad de casi 20 pólipos por centímetro cuadrado en los ladrillos, frente a uno solo anidado en las conchas de ostras vivas y aproximadamente ocho pólipos sobre conchas de ejemplares muertos.
El trabajo, publicado en la revista Frontiers in Ecology and the Environment, recalca que la estructuras costeras aumentan entre un 4 y un 28 % cada año, con zonas como el golfo de México especialmente dañadas.
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