Las aguas del río Lagares amanecieron ayer por la mañana teñidas de negro sin que hasta el momento se conozca la causa. Las manchas fueron detectadas a primera hora en la desembocadura, pero no pudo determinar su origen pese a que varias personas localizaron el foco en un pequeño riachuelo situado junto a la depuradora.
Vecinos de las parroquia de Coruxo y Navia dieron la alerta después de percatarse de que el cauce del río presentaba una alta turbiedad y el agua llegaba hasta la zona de A Foz, en el extremo sur de Samil, con un color negruzco.
Agentes de la Policía Local acudieron a la llamada de los vecinos y recorrieron en varias ocasiones el cauce sin poder aclarar cuáles eran los motivos. "No se apreciaron indicios de vertido, aunque sí una alta turbidez en el agua", informaron desde la Concejalía de Medio Ambiente antes de aclarar que la falta de localización no descartaba la existencia de un vertido contaminante.
Mal olor
La Policía municipal recogió muestras en distintas zonas del río para remitirlas al laboratorio del Concello de Vigo, donde se podrá analizar el verdadero motivo de las manchas. A media tarde, el problema persistía y varios vecinos alertaron de nuevo de los problemas, por lo que los agentes realizaron una nueva inspección del cauce sin hallar indicios de contaminación.
El último informe de Augas de Galicia, hecho público el pasado mes de abril, señalaba que entre el nacimiento del río, en el lago Mol, hasta la playa de Samil se habían detectado 48 puntos de emisión de residuos, siete de los cuales fueron catalogados como graves, mientras que otros 36 eran focos de contaminación con carácter puntual. En los cinco restantes no se hallaron vertidos, pero sí pistas de que se producen como olores o turbidez en el agua.
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