En España hay cerca de 2,9 millones de parcelas vacías, sin edificar. Según el catastro urbano del Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas, se trata de terrenos que nunca han solicitado una licencia y que podrían tener uso residencial o industrial. Galicia, con 534.058 parcelas vacías, es la comunidad con mayor número de propiedades vacantes urbanizables de todo el Estado. Los expertos atribuyen este fenómeno al minifundismo que caracteriza a la comunidad históricamente, marcado por la transición del feudalismo y una partición hereditaria de las tierras.
Galicia inició 2012 con cerca de 800 parcelas más sin edificar, que pasaron a convertirse en terrenos con licencia para albergar viviendas, infraestructuras o parcelas de uso lúdico, tal y como especifica la Ley de Catastro Inmobiliario de 2004. Pese a todo, la siguiente comunidad con más terrenos vacantes es Castilla y León, pero tiene unas 73.000 parcelas disponibles menos que Galicia. Para el exdecano del colegio de arquitectos de Vigo, Salvador Fraga, "lo más importante es asociar estos datos a la densidad" para entender "la lógica parcelaria" de cada una de las comunidades que componen España. "La densidad es el número de inmuebles por hectárea", explica Fraga.
¿Cómo es la realidad gallega? De acuerdo con los datos de catastro inmobiliario, Galicia sale en la fotografía con una fragmentación extrema. Muchas parcelas vacías que ocupan, en superficie total, casi la mitad de los metros totales disponibles. La diferencia está en el tamaño de los terrenos vacantes, los más pequeños del Estado. De los cerca de 2,9 solares vacíos que hay en España, éstos ocupan una media de 1.700 metros cuadrados (0,17 hectáreas). Los de Galicia no pasan de los 800 metros cuadrados de media.
"Está clara la herencia del minifundismo", agrega Salvador Fraga. Otros expertos como el abogado Luis Varela ya ilustraron este problema al diagnosticar que, más allá de las parcelas susceptibles de albergar viviendas u otros edificios, "la media de las destinadas a labrantío y pradera es, sin duda, inferior a los 500 metros cuadrados".
"En una hectárea de una comunidad autónoma puede haber diez parcelas, y en otra dos o una", agrega el exdecano vigués. "De ahí viene la diferencia, la tipología parcelaria es diferente". Ya en 1795, el ilustrado Gaspar Melchor de Jovellanos llamó la atención sobre la excesiva fragmentación de las tierras en Galicia. En su Informe sobre la Ley Agraria apostó por "dividir las grandes fincas" de Andalucía y concentrar las de Asturias o Galicia. En el caso asturiano, el número de parcelas vacantes asciende a 68.872 (datos a 31 de mayo de 2012), pero la superficie media de las mismas prácticamente duplica las de Galicia, con 1.400 metros cuadrados.
En Andalucía, comunidad que Jovellanos puso como ejemplo del latifundismo –que permitía mejoras en la agricultura pero propiciaba una gran concentración de terrenos en la mano de una misma propiedad–, la superficie media de las 379.235 vacías es tres veces superior, con 2.100 metros cuadrados. Sin embargo, Madrid es la comunidad que tiene las parcelas vacías con mayor superficie de todo el Estado. Con 0,40 hectáreas (o 4.000 metros cuadrados), duplica la media andaluza, la catalana o la aragonesa.
De cada cien parcelas en las que se parte el territorio español, el 44,81% está vacante. Galicia está ligeramente por encima de esta media, con el 45,85% disponible. No obstante, Murcia es la comunidad con más parcelas disponibles para edificar (62,56% del total, con 95.146 unidades de terreno). En el lado contrario están Melilla y Baleares, con el 25,1 y el 30,7% de su suelo disponible, respectivamente. Lugo es la provincia con más suelo sin uso; Ourense, la que tiene los terrenos más pequeños.
Del más del medio millón de parcelas vacías computadas en toda Galicia, la mayoría están en la provincia de A Coruña (202.267 solares). Pero es en Lugo donde hay más porcentaje de terrenos vacíos existen sobre el total (52,48%), casi ocho puntos por encima de la media del Estado y siete puntos más que la media gallega. Según los últimos datos de catastro urbano inmobiliario del Ministerio de Hacienda, las parcelas más pequeñas –de las que permanecen sin edificar– son las ourensanas. Tienen, de media, 500 metros cuadrados. En esta provincia hay 91.528 solares vacantes, 30.000 más que en Lugo.
Tras Ourense está Pontevedra en la escasa dimensión de las parcelas vacías. En este caso apenas alcanzan los 600 metros cuadrados, lejos de los 1.100 metros cuadrados en el caso de Lugo y otros 1.000 en A Coruña. Pontevedra tiene 179.488 terrenos sin utilizar, el 42,25% de la superficie total.
En A Coruña hay cinco localidades que están a cero en superficie disponible para edificar: Touro, Irixoa, Monfero, Sobrado y Frades. En Pontevedra todas las localidades tienen parte de su superficie disponible, aunque hay concellos que están a punto de agotarla. Se trata de, por ejemplo, Portas, Parga o Vilaboa, que apenas disponen de entre el 0,4 y el 2% de suelo para albergar edificios residenciales o industriales. Ribeira de Piquín y Folgoso do Courel (Lugo) no tienen suelo vacante disponible, mientras que ningún concello de Ourense está a cero en este indicador.
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