La concesión que Marina Atlántica tiene para uso portuario está tocando a su fin. Desde la Autoridad Portuaria que dirige el popular López Chaves, en colaboración con el Concello de Cangas, se buscan soluciones para desatascar el conflicto de Massó. Y parece haberse encontrado. Un trámite burocrático, concretamente un papel presentado fuera de plazo, puede ser la vía ansiada para poner fin a la concesión y acabar con el puerto deportivo de Massó, en O Salgueirón. En la actualidad, la concesión se encuentra en régimen de suspensión. Lo había acordado el penúltimo consejo de administración de la Autoridad Portuaria del mes de abril del pasado año. Hasta hace un mes, desde la Autoridad Portuaria de Vigo se refrendaba esta situación, pese a que fuerzas políticas como Alternativa Canguesa de Esquerdas (ACE) pensaban que el estado de suspensión de la concesión, que supone que el tiempo no corra y que permitió en su día a Marina Atlántica no pedir una tercera prórroga, no podía mantenerse de manera indefinida.
La concesión fue realizada en febrero de 2005 y dos años más tarde Marina Atlántica solicitó la primera prórroga, en diciembre de 2009 el consejo de administración de la Autoridad Portuaria concedió la segunda por 16 meses, que terminaba en abril de 2011. En todos los casos, el argumento que esgrimió la empresa tanto para solicitar la prórroga como para demandar la suspensión fue siempre el mismo: que las obras no se habían podido llevar adelante ante la oposición vecinal.
Recientemente, el pleno de la corporación municipal solicitó a la Autoridad Portuaria que se entregara copia de toda la documentación de la concesión al Concello y que se le comunicara cualquier cambio en la misma. Oficialmente al Concello de Cangas no le consta nada. El alcalde José Enrique Sotelo prefiere no realizar comentarios sobre esta situación y asegura que quien debe hacerlos, si lo considera oportuno, el presidente de la Autoridad Portuaria, Ignacio López Chaves. El Puerto de Vigo lleva varia semanas sin atender nuestros requerimientos respecto a la situación en la que se encuentra Massó, a pesar de que se insistió en ello. Su gabinete de comunicación mantienen silencio.
El pasado fin de semana, sin embargo, se dejó correr la voz de que la Autoridad Portuaria podría acabar con la concesión, a pesar de estar en régimen de suspensión.
Por otra parte la situación económica y financiera que atraviesa el país hace difícil que la empresa Marina Atlántica emprenda de nuevo este proyecto, que consistía en la construcción de un puerto deportivo con algo más de 400 amarres y que iba aparejado a una gran urbanización, que había sido diseñada por el arquitecto británico Norman Foster. La extinta Caixanova, ahora Novagalicia Banco formaba parte de este proyecto. En estos momentos la demanda de viviendas y amarres es una quimera en Cangas.
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