Con absoluta discreción, el ministerio de Fomento analiza el plan de infraestructuras viarias por si en un futuro más o menos cercano alguna de ellas pudiera ser innecesaria. A finales del 2005, la existencia de una alta velocidad ferroviaria interna en Galicia y del AVE con la Meseta era un proyecto todavía lejano, pero a comienzos del 2012 es una realidad que empieza a palparse. Y fue entonces cuando se planificó la A-59.
En ese contexto, el nuevo equipo del ministerio ha revisado la conveniencia de invertir varios cientos de millones de euros en la construcción de una autovía que se planteó como alternativa gratuita a Rande y a la AP-9 entre Vigo y Pontevedra, la A-59, por si en breve deja de ser necesaria. En concreto, Fomento estudia si la puesta en marcha del eje atlántico ferroviario, que con seguridad se llevará un tanto por ciento importante del tráfico de vehículos entre Vigo y Santiago, dejará sin sentido esta inversión.
El problema es más complejo, ya que el Gobierno central anterior dejó avanzado el proyecto para ampliar el puente de Rande, con un carril más en cada sentido, y también el proyecto de la A-59. En el primer caso, se trata de una obra presupuestada en 200 millones de euros que pretende evitar el colapso del puente de Rande. Respecto a la autovía, su objetivo es ofrecer una alternativa gratuita a la AP-9. Sin embargo, si el tráfico disminuye con el tren de alta velocidad y existen dos autovías (y todavía más si Rande se ha ampliado) puede plantearse un oferta excesiva. A mayores, el tráfico en la AP-9 lleva cuatro años reduciéndose.
Todas estas variables están siendo chequeadas por los responsables de Fomento, aunque sin darles publicidad hasta que exista una decisión. En este contexto, la opción de liberar de peaje la AP-9 entre Vigo y Pontevedra forma parte de estos estudios. Obviamente, su gratuidad implicará un aumento de vehículos, pero si coincide con la llegada del eje atlántico ferroviario la situación puede ser otra. Esto es, que incluso sin peaje el tráfico sea menor, lo que haría innecesaria la proyectada autovía gratuita.
Esta misma semana la ministra Ana Pastor situó en el 2014 la puesta en marcha del tren rápido entre Vigo y A Coruña, momento en el que el viaje durará 70 minutos (45 de Vigo a Santiago). Será el momento de la verdad.
Mediada la década pasada, en una etapa de expansión económica y con un notable incremento del tráfico de pasajeros, el Gobierno central planificó la ampliación del aeropuerto de Peinador. Aunque el proceso ha caminado con retraso, la realidad es que a comienzos del 2012 se encuentra muy avanzado. El problema en estos momentos es que la inversión puede llegar cuando ya no haga falta.
Desde mediados del año pasado está en servicio la totalidad del nuevo aparcamiento de Peinador. El antiguo recinto, de 300 plazas al aire libre, era escaso a todas luces. Ahora el párking tiene 2.500 plazas en varias plantas, todas ellas cubiertas. Con la caída del tráfico aéreo la mayor parte de ellas son innecesarias, pero la inversión de 60 millones de euros está ya ejecutada. La solución que ha encontrado Aena ha sido ceder 600 plazas al vecino recinto ferial, que viene a ser como cerrarlas cuando no hay ferias, y estos días se ha sabido que piensa cerrar otras dos plantas completas para ahorrar costes.
Para complicar más las cosas, está muy avanzada la construcción de la nueva terminal de pasajeros. El proyecto contempla duplicar el recinto, pero a lo mejor una vez terminado hay que cerrar una parte. Motivo: los 1.400.000 pasajeros que llegó a alcanzar Peinador años atrás decrecen de manera continuada y este año podrían ser pocos más de la mitad. Y, obviamente, el AVE también afectará al transporte aéreo, como ha pasado en otras ciudades.
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