La situación del sector naval no es buena y todas las empresas del ramo tratan de actualizarse para ofrecer servicios que les permitan sobrevivir en un contexto de escasa demanda de trabajo. La empresa Rodman Polyships no quiere ser menos y prepara una obra que le permita aumentar su capacidad de amarre de embarcaciones mediante la creación de un nuevo muelle de pequeño calado en la factoría que tiene en la costa de la parroquia moañesa de Meira. Para ello ha presentado ante la Autoridad Portuaria de Vigo el correspondiente proyecto y documentación con el objetivo de lograr la autorización que le permita transformar el cierre actual en escollera y en pendiente en un muelle que se destine a la actividad de astillero. Concretamente se trata de la escollera en la que acaba la explanada dedicada al estacionamiento de coches.
Si logran el permiso pertinente, Rodman vería aumentado en 100 metros lineales su espacio disponible para el amarre de barcos. En el proyecto presentado ante el Puerto los responsables del astillero justifican que así se regularizaría la zona sobre la que se actuará, que en estos momentos tiene una superficie muy inclinada e irregular, preparándola y adaptándola para poder realizar una correcta actividad de astillero.
Asimismo, desde la compañía apuntan que las obras que se pretenden realizar respetan la lámina de agua de la ría "y no suponen variación de la concesión ni incremento de su extensión". Perseguirían únicamente obtener una superficie plana para poder utilizarla como área de trabajo. La inversión prevista alcanza un importe total de 450.457,92 euros y el plazo de ejecución de las obras se estima en 10 semanas. El proyecto llegó también al Concello de Moaña, remitido por el Puerto, a fin de que la administración local informe sobre el asunto. Fue presentado ante la Autoridad Portuaria el 17 de enero y el Concello moañés lo recibió el pasado 2 de febrero.
En el proyecto redactado los responsables del astillero, especializado en la construcción de embarcaciones de fibra de vidrio y poliéster, explican las tres alternativas con las que cuentan para la ejecución del muelle. Descartan la utilización de encofrados submarinos, pues la necesidad de mucha mano de obra encarecería la actuación, así como la ejecución mediante bloques levantados con la ayuda de una cabria. Por lo tanto, consideran que la solución más idónea para minimizar costes e impactos sería la ejecución del muelle mediante bloques ligeros de hormigón armado que actúen como encofrados y con el posterior relleno con hormigón de bombeo. De concedérsele el permiso los trabajos se realizarían en dos fases. En la primera fabricarían los encofrados y en la segunda se colocarían los bloques mediante una grúa automóvil y con la ayuda de buzos. Posteriormente se bombearía el hormigón sumergido.
Ante el sigilo inicial alrededor de esta obra, la Plataforma pola Defensa da Ría de Vigo ya anunció que hoy mismo acudirá a las oficinas de la Autoridad Portuaria para conocer el proyecto de primera mano, pues temen que implique algún tipo de relleno o agresión en la línea costera. "Non sería de extrañar que non houbese exposición pública", alertó el presidente el colectivo, Serxio Regueira.
Preguntado por el asunto, el presidente del Puerto, Ignacio López-Chaves, explicó que de momento el proyecto no fue tratado en el consejo de administración de la institución pero aseguró que sería convenientemente expuesto a la ciudadanía.
Otras inversiones
Si Rodman logra ampliar su capacidad de amarre de barcos se trataría de una importante inversión económica. No es el único desembolso que este grupo de factorías de construcción naval tiene previsto hacer en la comarca. No en vano, en octubre la Xunta de Montes comunales de Meira decidió alquilar la nave y el terreno en el que venía operando Industrias Navales La Moa, en A Borna, a Neuvisa, una empresa perteneciente al Grupo Rodman y que también opera en el sector de la fabricación, reparación y venta de embarcaciones. Actualmente Neuvisa tiene su sede en el concello de O Rosal.
El acuerdo al que ha llegado con los comuneros establece una concesión de la parcela, que supera los 10.000 metros cuadrados, y de la nave ya existente, de 3.475 metros cuadrados, por un periodo de 30 años. El Grupo Rodman pagará a este colectivo un canon anual de 36.000 euros. Además terminará las embarcaciones que el anterior concesionario dejó a medio construir. Los beneficios de su venta recaerán sobre las arcas de la Xunta de Montes.
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